PLANDEMIA: NUEVA ANORMALIDAD


En practicamente la totalidad de los medios de comunicación se promociona la idea del «nuevo estilo de vida» que es necesario someterse y que la vida como la conocíamos nunca volverá a ser como antes y que debemos aceptarlo casi con resignación, pues incluso instituciones serias como el MIT emitieron en su momento comunicados quasi post-apocalípticos con publicaciones que rayan lo absurdo y emiten sus opiniones basados en los datos erróneos del Imperial College de Londres. Ellos pronostican que viviremos un futuro de cuarentenas permanentes donde las naciones deben imponer el distanciamiento social obligatorio y medidas de bioseguridad draconianas (noticia)
Recordemos que el modelo del Imperial College, en su momento, también predijo modelos catastróficos en el caso de la gripe H1N1 y ese pronóstico o modelo matemático cayó en el absurdo y se halló que tenía muchísimas fallas (noticia)

Por tanto debemos asumir dos hipótesis.

1) El MIT no realizó el cálculo correcto de los datos y trabajaron enteramente con los datos del Imperial College

2) El MIT publicó su estudio ya sea porque les obligaron o recibieron un financiamiento de las personas o instituciones a quienes les favorece que esta situación plandémica se prolongue indefinidamente.

El hecho de augurar un futuro distópico, propio de la novela de George Orwell 1984 resulta demasiado arriesgado, si consideramos las actuales tendencias estadísticas a nivel mundial que no suben como se pronosticó en el ya conocido evento 201 del señor Bill Gates y Compañía.

A contramano de estas tétricas predicciones, el director del instituto de investigación farmacológica de Italia Giuseppe Remuzzi, pidió que se evite difundir un «miedo injustificado», puesto que los nuevos casos tendrían una carga viral muy baja y no serían contagiosos. (noticia)

Este dato bien podría cambiarlo todo, ya que las tendencias de mortalidad son muy bajas y son más las personas que se recuperan del Covid-19, que las que fallecen, sin embargo, pese a ello los medios masivos de desinformación continúan propagando noticias alarmistas que sólo atemorizan, causan estrés y angusta en la población, y por esto en realidad son «terroristas mediáticos»

Tal Pareciera que siguen un guión dictado, por el cual se les dirige a que repitan múltiples veces la frase «nueva normalidad» o «New Normal» lo cual considero un acto hostil hacia la población en general, lo peor de todo es que se atribuyen la última autoridad avalada por la ciencia média, y son sólo presentadores de TV con trayectoria humorística, ¿Hemos de hacer caso a los payasos o a quienes son profesionales o virologos?

 

En ciertos casos he observado cómo es que consiguen a un «doctor mediático», conocido de ellos o pagado por el canal, para que valide el punto de vista de esta narrativa oficial distópica y enfermiza. Llegados a esta momento, lo mejor que puede hacer quien lee esta página es leer e investigar por uno mismo, desconectar la TV, pues ya sabemos la conocida cantaleta «quédate en casa» «lavate las manos» y no encontrarán la verdad en cualquier canal de televisión. En resumidas cuentas pensar por uno mismo. armar el rompecabezas, o pensar como un ajedrecista las movidas que piensan hacer.

Aunque cueste creer la mejor forma de verificar datos es entrar en páginas de boletines médicos y/o científicos con datos de pruebas clínicas y que sean validados por varios profesionales, aunque pueden existir fallas como la metida de pata que cometió el portal The Lancet, que tuvo que retractarse. 

Recordemos que la razón principal por la cual se liberó este virus, ya sea por accidente o deliberadamente, fue para causar un daño económico global a todos los países, con el fin de colapsar el sistema financiero, es decir, si hasta ahora la mayoría de la población no lo sabe o no lo dice abiertamente, este virus fue un arma biológica diseñada para causar deçes0y colapso financiero global.

Es curioso notar que lo que más ha dañado el virus fue a nuestras libertades y derechos, incluso nos someten a usar una mascarilla nociva a nuestra salud y que evita que respiremos libremente, nos aislan de nuestros seres queridos, nos someten a un arresto domicilario que logra convirtirnos en seres sociopáticos y carentes de empatía en muchos casos.

Esta campaña mediática sólo está continuando la destructiva ideología de género y nos separa aún más de nuestros semejantes, nos están destruyendo por dentro la esencia que nos identifica como seres humanos, está desintegrando nuestros valores familiares, relaciones sociales y de trabajo.

Han llegado al colmo que querer legislar la actividad privada de las personas (link) Han dinamitado la economía de los núcleos familiares más necesitados, Quieren disociarnos para así lograr una sociedad que no se pueda levantar contra ellos -Divide y reinarás- con el miedo han logrado desintegrar las relaciones humanas de siempre (besarnos, darnos la mano, abrazarnos o incluso hacer el amor)

Los que sufren más este confinamiento son los niños, esas criaturas inocentes que no comprenden lo que pasa a su alrededor o que ya  han sido adoctrinadas por el sistema opresor y que ya no pueden salir a jugar o charlar con otros niños, ni tampoco visitan a los parque o plazas con libertad a menos que tengan guantes o barbijos, ellos recordarán por siempre este episodio amargo en su niñez y que les tocó vivir por causa de estas élites psicópatas y codiciosas que causaron todo esto.

No debemos consentir que se salgan con la suya, someterse a esta nueva anormalidad equivale a usar un bozal como los perros y nos llevará a una sociedad totalmente antinatural, distópica e imposible de poner en efecto, porque nadie en su sano juicio quiere ver a sus hijos aislados de los demás, pues esto puede ser dañino e irreversible para la psique de la joven generación y prolongaría que estos psicópatas sigan con su agenda de miedo.

Tengamos fe y opongamos resistencia que Dios está con nosotros, para que el mal triunfe, sólo basta que no hagamos nada y por principio no tenemos porque obededer las leyes injustas de un gobierno corrupto, porque al final somos más que ellos y como bien lo diría un fílósofo griego:

«Toda ley que no se basa en la sabiduria, es una amenaza para el Estado»

 

 



Nota Original