Muy guapos todos

Hace unos días se celebró en la ciudad española de Jerez la boda de la hija de Bertín Osborne, la iglesia donde se llevó a cabo la ceremonia estaba llena a rebosar, asistieron al menos 400 invitados…¡y todos sin mascarilla!
Que está muy bien que no la llevaran, ¿pero si estos señores no la llevaban por qué tienen que llevarla los niños en los colegios?
¿Alguna autoridad judicial puede decir algo al respecto?
¿Algún virólogo de esos que salen en la tele podrá decir algo coherente en relación con este tema?
¿Dónde están los policías que hace poco más de un año perseguían a los negacionistas que iban sin mascarilla, en qué quedaron todas aquellas multas que ponían y que ahora sabemos ya que eran ilegales?
Este vídeo de la boda muestra muy bien el interior de la iglesia, se les ve a todos muy guapos y muy contentos sin mascarilla, como debe de ser, yo personalmente alabo su actitud, pero si ellos no llevaban la mascarilla, ¿por qué obligan a la gente a tener que llevarla en los supermercados o mientras se viaja en tren o en autobús?
Fijaos en la foto de portada. Bertín y su hija Claudia posan para los fotógrafos sin mascarilla, pero el público del fondo sí que la lleva. Ved cuando podáis algún concurso de la tele, veréis que los presentadores y los concursantes no la llevan, sin embargo el público sí que la tiene que llevar, ¿cuál es la idea que subyace detrás de esta puesta en escena? Que la élite anda libre, los esclavos sin embargo tienen que llevar sus cadenas. Por cierto que la iglesia donde se casó la hija de Bertín no parecía una iglesia, más bien parecía un plató de televisión, Bertín mismo no parecía el padre, parecía el novio. En esa boda no solamente estaba la élite española, estaba también la élite europea, por eso quisieron enviar ‘un mensaje’ de que la élite no lleva mascarilla, es solamente el pueblo esclavo el que está obligado a llevarla. Este totalitarismo repugnante ha intentado imponerse con muchos medios materiales pero con muy pocos argumentos, ahora mismo ya no les quedan argumentos lógicos, el mismo hecho de que haya un grupo humano que pretende vacunar a todos es la prueba palpable de que hemos caído bajo las garras de una dictadura global.
Los que están arriba en la pirámide no llevan mascarilla, lo podéis ver en la foto donde aparece Angela Merkel con otros dirigentes políticos, sin embargo los que les custodian sí que están obligados a llevarla. Ved lo que ocurre ahora mismo en un restaurante, los que se sientan a comer en ningún momento necesitan el bozal, pero los que sirven las mesas sí. Es el mismo mensaje que se repite para que el subconsciente lo capte: mientras pagas por comer eres el rey y no necesitas llevar «la prenda del esclavo», pero si eres “un simple camarero” entonces sí que tienes que llevarla. Cuando uno escribe algunos apuntes tiene la sensación de que está dejando una crónica del totalitarismo que nos está tocando vivir. Todos los regímenes totalitarios han acabado sucumbiendo debido a la acumulación de contradicciones, ahora mismo nadie entiende que no haya miles de detenidos por saltarse las leyes, no hay detenidos por saltarse la leyes porque ahora mismo no hay leyes.
La valiente Pilar Baselga ha viajado hace unos días en el AVE sin mascarilla, ¿qué les ha dicho a los vigilantes que le preguntaron por qué no la llevaba? Pues muy sencillo, «no la llevo porque en la boda de la hija de Bertín Osborne nadie la llevaba, los 400 invitados iban sin ella, si ellos no la llevaban yo tampoco»; por más peregrino que pueda parecer el argumento, perfectamente se puede esgrimir en cualquier parte incluso delante de un juez.
Padres que lleváis a vuestros hijos al colegio con el bozal puesto, podéis enseñarle a un juez las imágenes de la boda de la hija de Bertín, que él decida, o bien multa o detiene a todos los de la boda, o bien os multa y os detiene a vosotros si decidís que vuestro hijo no tiene que llevar la mascarilla en el colegio, o bien que el propio juez sea detenido por no hacer el trabajo que le corresponde. ¿Acaso son las aulas el lugar por excelencia donde se adoctrina? Claro que sí, las aulas deberían de ser un espacio de libertad sin embargo son todo lo contrario, en las aulas es donde más sensación de opresión hay ahora mismo, en la aulas se encuentran los niños que en el futuro «están obligados a obedecer», por eso se les está machacando tanto, quieren que se vuelvan dóciles, la docilidad es el primer paso para la esclavitud.
Así quedan las mascarillas una vez que son usadas por los niños después de unas horas de clase en el colegio, es la imagen de la indecencia suprema, una imagen que pasa ya a formar parte del museo de este holocausto que estamos viviendo; a mis amigos artistas plásticos -que por cierto tengo unos cuantos-, les digo: no sé a qué esperáis para llenar los museos con vuestras exposiciones donde mostrar estos despojos que producen bochorno, es una vergüenza absoluta que los niños tengan que llevar esos trapos indecentes en la boca, aunque la verdadera vergüenza es la pasividad y el silencio cómplice de tantos. Desde la Academia de Medicina de Bélgica se afirma que las mascarillas causan más daños a los niños que el propio Covid. No hay que olvidar que en el dorso de los paquetes de las mascarillas dice bien claro que éstas no protegen contra ningún coronavirus.
Se sabe que la mascarilla degrada enormemente las relaciones humanas, por eso precisamente la han puesto, pero su imposición va a ser considerada como tentativa de homicidio en los juicios que pronto se van a celebrar. De conformidad con los artículos 66, 16.1, 62, y 138 del Código Penal por el delito de homicidio en grado de tentativa se puede imponer una pena de más de tres años de prisión.
Los protocolos de Nuremberg han sido confirmados hace dos días por el alto general en jefe Stephen Rogers. Rogers dispone ahora de autonomía directa sobre los juicios por crímenes de guerra en virtud del artículo 622(a) de la Convención de Ginebra. Esto significa que finalmente los líderes mundiales serán citados ante el Tribunal Internacional de Justicia para ser juzgados por crímenes contra la humanidad según las secciones 45 y 99 del Código de Nuremberg.
Raúl, ¿tus familiares y amigos están de acuerdo con lo que muestras en tus apuntes? Algunos están de acuerdo, otros me consta que no. Para los blandos me he vuelto un radical, para los radicales seguramente me he vuelto un blando. Nunca me defiendo cuando alguno de ellos me critica, ¿sabéis por qué? Porque ahora es el momento de permanecer unidos, justo en este momento los seres humanos han de estar más unidos que nunca, nos están quitando la libertad, nos están matando a plena luz del día, por eso es momento de luchar por nuestros derechos y por la dignidad de nuestros cuerpos y de nuestras almas, no es momento para ponerse a discutir y menos acaloradamente, la energía que vas a perder discutiendo es mejor ponerla a funcionar en positivo, motívales a esos que critican y diles que se pongan a hacer algo que de verdad ayude, lo mejor que pueden hacer ahora mismo es despertar porque quizás mañana sea tarde. También me he dado cuenta de una cosa: a algunos cuanto más les señalas el camino más cara de perdidos tienen, así que no merece la pena desgañitarse; cada uno es dueño de su verdad, yo tengo la mía y tú tienes la tuya, tu verdad no anula mi verdad, mi verdad no anula la tuya, despejemos juntos la niebla que nos impide encontrarnos, porque esta espesa niebla pasará.
Memorables estos 6 minutos de la doctora española Ana María Oliva. «No les regales tu miedo. Vamos a seguir brillando con toda la luz que somos».
 
El médico Ángel Ruíz Valdepeñas ha vuelto a entrar en el aeropuerto de Ibiza (España) sin hacer el control COVID amparándose en sus derechos fundamentales y citando concretamente el artículo 19 de la Constitución donde se dice claramente que todo español tiene derecho a la libre circulación por el territorio nacional, no dejéis de ver el vídeo (3 minutos) porque no solamente Ángel Ruíz Valdepeñas nos está indicando «el camino a seguir», sino que es todo un ejemplo de cómo se puede ser dulce y firme a la vez, se puede ser amable pero sin tener miedo a decir la verdad y a señalar a los culpables. Esta dictadura es cada día más irracional, esta dictadura está cada día más débil, por eso todavía sigue dando miedo.

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