Las 4 hormonas del estrés


Las hormonas del estrés más importantes son el cortisol, el glucagón y la prolactina. Sin embargo, es el cortisol la que más incide en modificar el funcionamiento físico y mental.

Por otra parte, las hormonas sexuales también se ven modificadas durante los estados de estrés, como los estrógenos, la progesterona y la testosterona.

¿Qué es el estrés?

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional que puede provenir de cualquier situación o pensamiento que cause sentimientos de ansiedad, nerviosismo o frustración.

Cuando una persona padece estrés, no solo experimenta cambios psicológicos, sino que sufre alteraciones y cambios físicos. Se da un estrés de origen psicológico, por el cual un elemento percibido como estresante por la persona da lugar a cambios en la actividad física y orgánica.

Además, en las situaciones prolongadas, intervienen las hormonas relacionadas con el estrés. Estas hormonas son las responsables de dichas alteraciones físicas.

¿Qué les ocurre a las hormonas cuando hay estrés?

El sistema endocrino es el que se relaciona con los estados y respuestas de estrés. Este sistema se activa cuando aparecen situaciones estresantes y, como consecuencia, acelera el funcionamiento de las glándulas adrenales.

Esto da lugar a una reacción en cadena de las distintas hormonas, siendo el cortisol la hormona que altera en mayor medida el funcionamiento del cuerpo. A continuación, hablamos de las cuatro hormonas  del estrés.

1. Cortisol

El cortisol es la hormona del estrés por excelencia. El organismo la fabrica ante situaciones de emergencia para ayudarnos a enfrentar los problemas y a dar una respuesta rápida y eficaz. De este modo, cuando estamos estresados, la liberación de cortisol aumenta.

En condiciones normales, las células de nuestro cuerpo utilizan el 90% de la energía en actividades metabólicas como reparación, renovación o formación de nuevos tejidos.

Sin embargo, en situaciones de estrés, nuestro cerebro envía ordenes para que se liberen mayores cantidades de cortisol. Esta hormona es la responsable de que haya más glucosa en sangre para enviar más energía a los músculos.

No obstante, cuando tenemos estrés de forma habitual, los niveles de cortisol se disparan de forma continua, por lo que gastamos mucha energía para liberar glucosa a la sangre, y las funciones de recuperación, renovación y creación de nuevos tejidos se paralizan.

Los primeros síntomas de tener niveles elevados de cortisol son:

Falta de sentido del humor.
Irritabilidad.
Cansancio permanente.
Dolores de cabeza y calambres musculares.
Palpitaciones.
Falta de apetito.
Problemas digestivos.

2. Glucagón

El glucagón hace que el hígado libere glucosa cuando nuestro cuerpo lz necesita, bien por una situación de estrés, o bien porque los niveles de glucosa en sangre sean bajos. Este desequilibrio hormonal puede resultar peligroso en personas que padecen algún tipo de diabetes.

3. Prolactina

La prolactina es una hormona segregada por la hipófisis. Se encarga de realizar la estimulación de la secreción de leche de las mujeres durante el periodo de lactancia.

De este modo, al incrementar los niveles de prolactina, se inhibe la hormona que sintetiza las hormonas sexuales femeninas. Así pues, los niveles elevados de estrés pueden causar una alteraciones del deseo sexual, así como del ciclo menstrual.

4. Hormonas sexuales

Cuando hay periodos largos de estrés, las hormonas sexuales, testosterona, estrógenos y progesterona, ven alterado su funcionamiento normal.

4.1. Testosterona

La testosterona, hormona sexual masculina, es la encargada del desarrollo de las características sexuales masculinas, así como de la respuesta sexual.

Cuando hay niveles altos de estrés, la producción de testosterona disminuye, ya que el cuerpo prioriza la liberación de otras hormonas como el cortisol, más útiles ante estrés o peligro. Por eso, pueden aparecer problemas sexuales como impotencia, disfunción eréctil o falta de deseo sexual.

4.2. Estrógenos

Los altos niveles de estrés disminuyen la liberación de estrógenos, perturbando el funcionamiento sexual normal de la mujer.

4.3. Progesterona

La progesterona se produce en los ovarios y se encarga de regular el ciclo menstrual. Cuando la producción de progesterona disminuye, pueden aparecer síntomas como fatiga extrema, aumento de peso, cefaleas, alteraciones en el humor y falta de deseo sexual.

Conclusión

Los periodos largos de estrés producen la liberación de hormonas que son capaces de producir cambios en el funcionamiento del organismo



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