La OMS cambio la definición de inmunidad de rebaño
Escuché a una doctora por un canal de la televisión
que se horrorizó al ver a unos asintomáticos sin bozal. Se trataba de un corredor
y un ciclista. En el lenguaje orwelliano de la OMS significa sano con o sin
infección. No se sabe si tiene o no el virus. Una prueba más que los
científicos y médicos oficialistas no saben distinguir entre un ser humano sano
de uno enfermo. Si estuviesen con el virus, estarían en sus casas.
Hace unos días los expertos nacionales hablaban de
que tal vez se necesite una tercera dosis, pues no es suficiente las dos
primeras inyecciones. Los médicos y científicos están repitiendo lo que dijo el
multimillonario y creador de Microsoft, Bill Gates en febrero: «La discusión ahora es si solo necesitamos obtener una cobertura súper
alta de la inoculaci0n actual, o necesitamos una tercera dosis de la misma, o
necesitamos una inoculaci0n modificada». La élite oscura a la pertenece Gates
quiere poner cuatro dosis.
Cuando les pongan la tercera dosis, van seguir
con bozal, no podrán abrazar sus seres querido, se mantendrá el aislamiento
social, les van cerrar los negocios y seguirá esta ingeniería social.
Hace unas semanas hubo un altercado entre el
ministro de Salud, Enrique París y la presidente del Colegio Médico, Izkia
Siches por unas palabras que dijo esta última. No tiene importancia decir que
la doctora es comunista y otras cosas superficiales. Pues, pese a la
diferencias políticas desde el punto de vista científico están de acuerdo en
muchas cosas: en hacer los test PCR, no
hay autopsias, el uso de mascarillas, obedecer a la OMS, en el confinamiento y
las inoculaci0ns. Podemos agregar el uso de los ventiladores y la entubación para
los pacientes.
Igualmente, no hay diferencia entre Piñera y
Bachelet entorno a la falsa pandemia, pues ambos están de acuerdo, que para
salir esta crisis artificial, son las inoculaci0ns. En una reunión junto con
jerarcas de la masonería chilena vía zoom la Alta Comisionada de los Derechos
Humanos de la ONU dijo que mientras no estén todos inoculaci0ndos, el mundo no
estará seguro. Ambos se alinean con lo que dijo Gates o Schwab el año pasado.
A principios de marzo con la entrada a clases los
medios anunciaron en primera plana que los colegios del sector oriente de
Santiago, sobre todo, los más caros, habían descubiertos contagios. ¿Cómo
supieron que estaban infectados los estudiantes? Pues, la PCRs. En Israel hicieron
la misma estupidez a la vuelta de clases, por lo que tuvieron cerrar. Lo único
que provocan con este test es simplemente miedo, terror, ansiedad y estrés.
Los medios, los políticos y los propios médicos oficialista
se olvidaron que el sistema de salud ya estaba colapsado antes de esta falsa
pandemia. No sé si alguien recordará que la prensa informó que el año 2017
había fallecido 25 mil personas en la lista de espera. ¿Cuántos habrá fallecido
desde que comenzó la locura del ç0v1d? O sea, a la fallecidos por el supuesto
bicho –no todos mueren por él- hay que agregar aquellas personas que no han podido
recibir el tratamiento que les corresponde.
El mundo está al revés entre otras cosas porque la
Organización Mundial de la Salud cambió la definición de pandemia. En realidad,
fue el multimillonario y creador de Microsoft, Bill Gates, quien quiso se
cambiar. Él es principal financista de la esa organización encargada supuestamente
de velar por la salud mundial. No son
los científicos y médicos los que determinan los programas de esa institución,
sino los privados como lo ha denunciado el economista, Germán Velázquez, quien
trabajo en el área de medicamentos.
La OMS en junio
del año pasado tenía esta definición para la inmunidad de rebaño o de masa: “La
inmunidad de masa es la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa
que ocurre cuando una población es inmune, ya sea a través de la inoculaci0nción o
la inmunidad desarrollada por la infección previa”. (9 de junio del 2020)
Pues bien, en noviembre del 2020 la OMS dio una
nueva definición de la inmunidad de rebaño: “La “inmunidad de grupo”, también
conocida como “inmunidad de población”, es un concepto utilizado para la
inoculaci0nción, en la que una población puede ser protegida de un determinado virus
si se alcanza el umbral de inoculaci0nción. La inmunidad del grupo se logra
protegiendo a las personas del virus, no exponiéndola a él”. (13 de noviembre
del 2020)
O sea, la OMS descarta la inmunidad natural que los
seres humanos pueden desarrollar. Y es la que ha funcionado a largo de la
historia. Además, descartan cualquier alternativa que no sea las inoculaci0ns. Ahora
se entiende por qué el ministro de salud desea inoculaci0nr al 70% de la población,
mientras que las políticas procedentes de la Organización Mundial de la Salud
no fortalecen el buen estado de salud de las personas, ya sea físicos porque no
pueden hacer ejercicios, ya sea psicológicos por el ambiente de estrés que hay.
Es más evidente que a la OMS no le interesa salvar
vidas, pues para hacer una inoculaci0n bien hecha y no un experimento, se requiere
mínimo cinco años llegando hasta quince o veinte años en algunos casos. Además,
hubiesen optado por ibuprofeno, hidroxicloroquina y la planta
artemisa.
Encontré un testimonio de la chilena, Elizabeth Troncoso
Labra, cuya hija que tuvo ç0v1d y siguió el
protocolo de la doctora salvadoreña, María Barrientos:
“Después de la inoculaci0nción ha sido mucho más los
afectador. Las cuarentenas no sirven para nada. Mi hija estuvo enferma del
corona virus. Muy mal. Muchísimo. Le daban puro paracetamol. Y ella cada día se
empeoraba sin poder respirar, levantarse de la cama y con mucho dolor cabeza
cuerpo. Y no le hacía ningún tratamiento. Sólo se la querían llevar al hospital
si no le hicieron tratamiento en la casa. Menos le haría en el hospital.
Decidimos tratarla en casa. Con tratamiento. Que la doctora María Eugenia Barrientos,
médico. Nos dijo. Que fue. Salbutamol en puc. Amoxicilina. Anti gripales de día
y noche. Ibuprofeno. Jarabe para botar flemas. Y harta limonada caliente. Solo
caliente nada helado. El tratamiento es por 10 días si o si. A los cuatro días empezó
a sentirse bien. Ahora está en perfecto estado. Y está trabajando. No gracias a
estos médicos nefastos del hospital. Que creen que con paracetamol. Se curarán.
Por eso se mueren.” (T13 12-04-2021)
Cabe señalar que el Instituto Americano para la
Investigación Económica realizó este descubrimiento. Ellos dicen lo siguiente:
“La OMS ha cambiado literalmente la ciencia de una manera similar a la
soviética. He eliminado con la tecla de borrar cualquier mención de inmunidades
naturales de su sitio web. Ha dado un paso adicional de mal categorizar la
estructura y el funcionamiento de las inoculaci0ns”.
Ese cambio en
la definición de la inmunidad de rebaño por parte de la OMS está en consonancia
con lo que quiere la élite, que es inoculaci0nr el setenta u ochenta por ciento de la población.
La nueva definición le es útil a Gates. La Alianza
de las Vacunas o Gavi como se conoce. Dicha alianza es una farsa, pues les
hacen creer que todos los laboratorios de inoculaci0ns trabajan en forma
independiente. En todas ellas el creador de Microsoft tiene puesto dinero.
El gran beneficiado de esta pandemia es Gates.
Javier Bazán
Etiquetas: Alianza de Vacunas o Gavi, Bill Gates, cambio en la definición de inmunidad de rebaño, doctora María Eugenia Barrientos, ibuprofeno, inmunidad de rebaño, OMS, tercera dosis