ESPAÑA Frutas y hortalizas reutilizadas
FECHA: 19/03/2018 – CATEGORIAS: FRUTAS, HORTALIZAS, TODAS | 31 VISITAS | HAZ UN COMENTARIO
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¿Sabías que el 49% de los productos frescos no aptos para la venta, pero sí para el consumo, va directamente a la basura? Pues este es una de los datos que pone de relieve el Estudio sobre el desperdicio alimentario de productos frescos en el sector Distribución elaborado por Nielsen para Checkpoint Systems. Un análisis que determina también que en España se desperdicia hasta un 3% de alimentos frescos en el citado sector. Es decir, unos 128 millones de kilos de estos productos no llegan a ser puestos en venta, lo que suma más de 484 millones de euros.
El estudio indica que la sección de pescadería es la más afectada en este sentido, al registrar un desperdicio medio del 5,5% de sus ventas. Le siguen las frutas y verduras con el 3,2% y la carne con un 2,7%.
Desperdicio por tipo de producto / Nielsen
Asimismo, la consultora divide en tres categorías esos alimentos no aptos para la venta: mermas, productos aptos para el consumo pero no para la venta; productos próximos a caducar o superar la fecha de referencia, los cuales no deben estar en tienda y suelen ser donados o entregados a un gestor de residuos; y productos caducados o que han superado la fecha de preferencia, cuya incidencia es residual y deben ser retirados del mercado, reciclados y/o eliminados.
A pesar de la dificultad que supone gestionar productos cuya vida útil es corta y que precisan de condiciones ambientales de conservación muy específicas, el sector de la distribución demuestra “avances en la reducción del desperdicio” alimentario que genera.
A este respecto, el 44% de los encuestados, la mayoría responsables de gestión o directores generales de grandes cadenas de distribución, afirman que el desperdicio alimentario es menor en relación con lo que era hace tres años; un 34% cree que el desperdicio en frescos es prácticamente el mismo, mientras que un 11% considera que la reducción es muy significativa y otro 11% que se desperdicia más ahora. A su vez, el 62% de los encuestados asegura que ahora se recupera o reutiliza más este desperdicio, por un 38% que considera que se reutiliza prácticamente lo mismo.
Alimentos reutilizados
Otra de las conclusiones del estudio es que junto a ese 49% de frescos no aptos para la venta pero sí para el consumo que va directamente a la basura, solo el 27% se recicla o reutiliza, mientras que el 24% es donado. En este sentido, la carne y el pescado, por sus condiciones de conservación, son menos reutilizados que las frutas y verduras.
El 88% de los productos cárnicos no aptos para la venta pero sí para el consumo se desechan por seguridad alimentaria; lo mismo ocurre con el 75% de los pescados y el 50% en el caso de las frutas y verduras. También, los productos hortofrutícolas presentan una mejor reutilización en forma de donaciones: un 50% se destina a estas causas por el 38% en el caso de la carne y el 25% en el de los pescados.
La donación de los alimentos que han sufrido alguna merma supone una de las alternativas de gestión de los residuos más beneficiosas para las cadenas. Los encuestados aducen que las donaciones permiten prescindir de la logística inversa y optimizan costes. Asimismo, consideran que “benefician la imagen de la cadena y la motivación del personal” por el sentimiento de pertenencia a una organización con fines solidarios, al tiempo que reduce emisiones al tratarse de un producto que no volverá a ser procesado. De ahí que el 50% de estas compañías participe en acciones de reducción y reutilización de productos alimentarios de carácter nacional o internacional.
Origen del desperdicio
En cuanto al origen del desperdicio, los encuestados manifiestan que el lugar donde se producen las mermas con mayor frecuencia es la sala de ventas. Aquí, un 33% cree que el desperdicio se corresponde a la manipulación del personal en la venta asistida, un 22% que es causado por el consumidor durante su compra en autoservicio y otro 22% que se da durante la colocación del producto en el punto de venta.
Por tipo de venta, el autoservicio representa el principal generador de residuo alimenticio para las frutas y verduras, produciendo el 75% del desperdicio total de los productos hortofrutícolas. Por su parte, carnes y pescados no registran mermas en este tipo de venta y las pérdidas más pronunciadas provienen por la manipulación del personal, casi siempre necesaria por tener que limpiar y preparar las piezas. La venta asistida supone el 88% del desperdicio en productos frescos cárnicos y el 50% en productos de pescadería. El desperdicio alimentario a través de la venta en barquetas afecta en mayor grado al pescado con un 50%, seguido de las frutas y verduras con un 25% y la carne con un 12%.
Otra de las claves para la mayor o menor generación de desperdicio alimentario tiene que ver con la estacionalidad. Solo el 34% de los establecimientos encuestados considera que el desperdicio que se genera es igual en cualquier época del año, mientras que el 66% asegura que es mayor en primavera y verano. Entre las principales razones que aducen se encuentra la temperatura, que afecta a la conservación de los productos (38%), una afluencia de clientes más variable que dificulta ajustar la oferta (25%) y la vida más corta de los productos de temporada en condiciones óptimas (25%), entre otros motivos.
Gestión de residuos
Todos estos datos confirman una tendencia positiva en cuanto a la reducción del desperdicio alimentario. De hecho, más de la mitad de los retailers han incorporado, durante estos años, sistemas de gestión de residuos. El 62% de las cadenas que participan en el estudio han implantado un sistema de gestión del residuo perfectamente definido y el 88% cuenta con planes de prevención, que en un 71% tienen previsto ampliar. Por su parte, en aquellas cadenas sin plan de prevención, una de cada tres asegura tener intención de desarrollarlo.
Además, el 88% de los encuestados afirma que estas estrategias se dirigen a sus empleados a través de planes específicos de formación, de forma que contribuya a seguir reduciendo las cifras de desperdicio, al tiempo que aumentan las de reutilización de los productos mermados.
Por otra parte, el análisis de Nielsen confirma que el 38% de estas cadenas ya disponen de soluciones tecnológicas contra el desperdicio de productos frescos en sus tiendas. Mientras, del 62% restante, más rezagado en la actualización de sus procesos, un 20% asegura estar al corriente de las diversas soluciones disponibles por un 80% que manifiesta no haber profundizado en este tipo de tecnología todavía.