Caso Yahbes: ¿De qué delito me hablan?
Escribe: Dra. Liliana Szabó – Médica pediatra- MP441549
Escribo esta nota como eco del increíble y atroz suceso del día martes 11 de enero del corriente, cuando allanaron el consultorio del Dr. Eduardo Yahbes (SIN mostrar ninguna orden de allanamiento) en plena atención de pacientes, dejándolo a él y a algunos pacientes retenidos e incomunicados hasta que mucho más tarde sacaron al Dr. Yahbes encapuchado, como si fuera un criminal y con las manos sujetas en la espalda. En el video, que es una evidencia contundente del atropello, se ven no menos de 10 policías armados y con escudo protector, además de los 6 o 7 que lo condujeron al patrullero.
Conozco al Dr. Yahbes desde hace más de 30 años y gracias a él he emprendido el hermoso camino de la Homeopatía. Lo conozco desde entonces como médico personal, como docente, como colega, como compañero de investigación científica y como persona. Y lo que conozco de él NADA tiene que ver con el artilugio de calumnias infames que han diseñado premeditadamente para difamarlo en los medios. Tal vez con esta estrategia de manipulación de la mente del televidente común no pensante, pretendían convencerlos de que las personas que disentimos con el discurso sanitario general incoherente somos dignas de recelo, que no somos creíbles.
Voy a demostrar que lo que no es creíble justamente es este relato mentiroso e incoherente del periodismo, que en lugar de divulgar falsedades, debería cumplir con su trabajo e INVESTIGAR. Son muchos los temas que los profesionales de la salud venimos pidiendo que se investiguen pero los medios no lo hacen: son cómplices del silencio y del ocultamiento de la verdad y miran para otro lado.
En uno de los videos que se filmaron frente al consultorio, una mujer vestida de policía declara que al Dr. se lo acusaba de “ejercicio ilegal de la medicina”. Cualquiera que vea el Currículum Médico frondoso del Dr. Yahbes se va a dar cuenta de que esto es una acusación imposible y hasta risible. No se puede ejercer la medicina ilegalmente cuando uno tiene un título reconocido no solo por la Facultad de Medicina sino por las múltiples instituciones en las que el Dr. Yahbes tuvo participación y además cargos jerárquicos.
Otra acusación era la de “firmar certificados truchos”. Un certificado médico es falso si lo que se afirma en él es mentira. Lo que el Dr. Yahbes firmaba son certificados de contraindicación de una sustancia medicinal debido a que como médico la consideraba perjudicial para su paciente. Esto NO es un falso certificado: esto es un CERTIFICADO MÉDICO. En este caso la sustancia contraindicada era la vacuna contra COVID 19.
¿Y cuáles son las razones por la que muchos médicos, además del Dr. Yahbes, desaconsejamos dicha inoculación?
Puedo resumirlo en pocos puntos:
1) Se trata de vacunas en fase experimental, no aprobadas aún.
2) Su aplicación a nivel internacional ya demostró una cantidad enorme de efectos adversos graves y aún la muerte (esto se comprueba fácilmente revisando las estadísticas de farmacovigilancia internacional, por ejemplo el VAERS de EE. UU.). Además, los laboratorios fabricantes han sido sospechosamente eximidos legalmente de hacerse responsables de los eventos adversos que produzcan sus propias vacunas en las personas inoculadas.
3) Se desconoce su composición física, bioquímica y biológica gracias a que los laboratorios que las fabrican adquirieron legalmente el derecho al secreto de su contenido (por autorización de nuestros congresistas). Ningún médico responsable puede indicar a un paciente una inoculación de sustancias que desconoce. Por lo tanto, estas inoculaciones son imposibles de ser prescriptas a ningún paciente.
4) No existe ninguna emergencia sanitaria comprobable en la que la población se esté enfermando gravemente y muriendo en masa como para justificar dicho experimento (esto se puede comprobar revisando las estadísticas nacionales e internacionales de mortalidad anual en los últimos 10 años).
5) Ya se sabe que estas inoculaciones no solo no sirven para prevenir contagios ni para prevenir la muerte (véase el caso de Israel, por ejemplo), sino que además se ha comprobado que los vacunados contagian igual que los no vacunados (esto suponiendo que hay un contagio de un virus, ya que en ninguna autopsia de fallecidos por síndrome Covid 19 se ha podido hallar ningún rastro de virus). Por lo que la discriminación de dejar afuera a los no vacunados “porque contagian” no es válida.
Por último, y comprobando una vez más que en la Argentina las situaciones más absurdas son posibles: los médicos nos vemos obligados a contraindicar una inoculación que ni siquiera es legalmente obligatoria (no podría serlo porque además de no estar aprobada ni siquiera por ANMAT, violaría todas nuestras leyes de derechos humanos y nuestra Constitución Nacional). La inoculación no es obligatoria pero han inventado un pase sanitario (que tiene mucho más de “nazi” que de “sani”) que, paradójicamente, impide que una persona no inoculada haga su vida normalmente, violando de esta forma todos sus derechos a la vez. Si la vacuna no es obligatoria, si no está aprobada, pero se exige un “pase”, entonces es el mismo gobierno el que está obligando a los médicos responsables y conscientes a emitir certificados como los que hace el Dr. Yahbes y muchos de nosotros.
Entonces reitero: ¿de qué delito me hablan?