#AZÚCAR AUMENTA EL RIESGO DE SALUD MENTAL

Un equipo de investigación encabezado por los doctores Anika Knüppel y Eric Brunner, ambos del Departamento de Epidemiología y Salud Pública del University College de Londres, acaba de publicar en julio de 2017 en la revista Scientific Reports que “comer demasiado azúcar aumenta la probabilidad de desarrollar trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Utilizaron datos recopilados durante 30 años para vincular que una dieta alta en azúcar procesada es pésima para la Salud Mental. Los investigadores usaron exámenes físicos y cuestionarios para observar cómo la alimentación alta en carbohidratos de la industria alimentaria afecta la fisiología y psicología del comportamiento, así como influyen en el desarrollo de ciertas enfermedades. El presente informe se compiló mediante el análisis de datos del estudio Whitehall II y de investigaciones anteriores que han sugerido que aquellos que comen una dieta alta en azúcar procesada son más propensos a tener depresión y otros trastornos del estado de ánimo. No se sabía, si era una simple adicción al dulce o si la misma ingesta de azúcar causó el cambio en la función mental.

El grupo se dividió en tres grupos. El primero incluía los que consumían al menos 67 gramos de azúcar diarios. Después de cinco años, este grupo mostró un aumento del 23% en el riesgo de desarrollar un trastorno mental en comparación con el tercer grupo que consumía menos de 39,5 gramos de azúcar procesada cada día. Estos resultados no tienen en cuenta otros factores como la dieta general u otras enfermedades. Si bien el estudio apoya el vínculo entre el consumo de azúcar y una disminución de la salud mental no estudió enfermos mentales aunque demostró que el consumo de azúcar provoca cambios en la función mental. Los investigadores están utilizando sus resultados para justificar un impuesto sobre los refrescos en el Reino Unido en abril de 2018, para desalentar el consumo de azúcar procesado.

El Dr. González Aragón nos ha dicho siempre que el azúcar (en especial, refinado) solamente sirve para tres cosas: ENDULZAR, ENGORDAR Y ENFERMAR. Nos pide y recomienda ELIMINAR EL AZÚCAR DE NUESTRA VIDA a fin de controlar sobrepeso, obesidad, diabetes, triglicéridos, síndrome metabólico, etc. Ahora aparece esta nueva amenaza para las personas amantes de dulces, postres, golosinas, pasteles, pan de dulce y refrescos: el consumo elevado de azúcar y bebidas endulzadas favorece una resistencia a la insulina a nivel de las membranas neuronales que las vuelve cada vez más ávidas de glucosa. En los ámbitos científicos ya se habla de una diabetes tipo 3 que afecta el cerebro llevando a trastornos de ansiedad y depresivos, agotamiento, irritabilidad, confusión, alteraciones en la memoria y eventualmente a Alzheimer, Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.

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