Amigos austríacos
Amigos austríacos, hace unos días nos hemos enterado de que a partir del 1 de febrero de 2022 os imponen la vacuna obligatoria.
Que no cunda el pánico. Solamente tenéis que hacer dos cosas, la primera es pedirle a vuestro médico que os entregue un documento firmado de qué es lo que tenéis que inocularos, si no hay documento firmado por parte de vuestro médico no tenéis que poneros nada, incluso aunque lo hubiera tampoco os lo tenéis que poner porque nadie está obligado a tener que administrarse un tratamiento médico contra su voluntad (tratado de Nuremberg, entre otros); si vuestro médico os entregara ese documento -cosa que es muy improbable-, podría tener consecuencias legales y penales en el caso de padecer efectos adversos por inocularos ese preparado, y ya no hablamos de si se produjera el fallecimiento debido a la inoculación, estaríamos hablando de un asesinato en primer grado. Lo segundo que tenéis que hacer es armaros, que cada cual interprete a su manera qué es eso de armarse.
En Croacia se ha formado el primer ejército antiglobalista del mundo, se trata de un batallón formado por 2.500 hombres libres que se han levantado contra las medidas totalitarias que tienen sometido al pueblo, el batallón está formado por policías y militares en activo y por antiguos veteranos.
La consigna que han expresado es muy clara: o se quitan las medidas tiránicas que está sufriendo la población, o se alzarán en armas.
En Croacia hay un recuerdo muy reciente de la Guerra de los Balcanes, está claro que el tremendo sufrimiento por el que tuvieron que pasar les mantiene despiertos, conocen muy bien la tiranía y saben cómo defenderse, sin duda un ejemplo para otros países.
Gerald Grozs, escritor y ex político austríaco, carga contra las terapias génicas asesinas, carga contra los medios de comunicación y carga también contra el gobierno de ese país. «Se le dijo a la gente que si se vacunaban evitarían ir al hospital, pero eso era mentira porque ahora los enfermos que acuden a los hospitales son en su mayoría los que se han vacunado».
Conviene recordar que el negacionismo no nació por no creer en las vacunas ni en el virus ni en las mascarillas, el negacionismo nació al no poder tragar las mentiras de los políticos y al no poder tragar también las mentiras de los medios de comunicación. El negacionista es el que se niega a ser engañado.
Ved esta noticia de hace dos días que apareció en el periódico español La Razón, en ella se dice que «Europa acelera la secuenciación del virus ante el aumento de casos», ¿pero no nos habían dicho cien mil veces que habían secuenciado el virus? En realidad a través de esta noticia están diciendo NO LO TENEMOS SECUENCIADO. Parece ya muy claro que no es un virus secuenciado, es un virus inventado.
Ahora ya no son peligrosos los violadores, tampoco son peligrosos los pedófilos y los pederastas, ahora mismo los verdaderamente peligrosos son los que no se dejan poner una inyección cuya composición no conoce nadie, ni tan siquiera los propios médicos saben lo que lleva esa inyección.
Desde el punto de vista de la ingeniería social, conviene señalar que lo mismo que desde Cataluña se construyó hace años el famoso eslogan “España nos roba”, ahora se ha construido desde el poder oscuro “los no vacunados contagian”, es exactamente el mismo modelo, es la misma mentira miserable.
Para los vacunados: nunca tendréis la pauta completa, y nunca la tendréis porque cada 6 meses vais a necesitar un refuerzo, por cierto que todos los monos que recibieron la 5ª dosis en las pruebas de laboratorio, murieron. Esto es algo que tienen que saber vuestros familiares y amigos vacunados.
Es un grave error confinar a los no vacunados porque a los que hay que confinar es a los periodistas. Para los periodistas colaboracionistas con el régimen tiránico, da exactamente igual si estás enfermo o si por el contrario estás sano, para ellos lo único que importa es si te has vacunado, ahora mismo ya es muy evidente que se inventaron una enfermedad para poder vacunar a todos, el objetivo era la vacuna, lo demás importaba muy poco.
En Austria el sindicato de policía desacata la orden de los políticos y no va a reprimir al pueblo sino que se va a poner de su lado. Siempre vence la lealtad aunque parezca que es la traición la que ha vencido, por eso los que han ideado todas estas maldades tienen que estar oliendo que pronto van a ser detenidos y puestos a disposición de la justicia, desde luego que no serán puestos a disposición de la justicia ordinaria ya que ésta ahora mismo no existe, habrá una justicia nueva y será implacable.
Si los vacunados tienen que llevar la mascarilla igual que los no vacunados, es porque los vacunados contagian igual que los no vacunados, de otra forma no serían obligados a llevarla, este es el argumento que desmonta el eslogan perverso de «sólo los no vacunados contagian».
La que habla en el vídeo es una enfermera que trabaja en un hospital de Australia y que tiene 40 años de experiencia, dice que los vacunados graves están siendo tratados con ivermectina para justificar el éxito del pinchazo porque al aplicarles ese tratamiento la mayoría se salvan, sin embargo los no inoculados siguen siendo expuestos a los respiradores (quemapulmones) para justificar su muerte. Estamos hablando de un comportamiento criminal.
El doctor alemán Guido Hofmann se suicidó hace muy poco tiempo, según su entorno cercano ese suicidio pudo estar relacionado con el genocidio provocado por las vacunas y con el que él no estaría de acuerdo, en este vídeo habla este doctor y dice que lo que estamos viviendo no tiene nada que ver con un virus y sí con la implantación de una dictadura mundial.
Se da la tremenda paradoja de que un no vacunado puede trabajar en un bar, sin embargo al acabar su turno de trabajo no podrá tomar una cerveza en ese mismo bar porque no tiene el pasaporte covid, está claro que las grandes mentiras se descubren siempre a través de pequeñas verdades.
Cuando alguien opta por vacunarse para poder viajar o para poder entrar en un restaurante, lo que hace es confundir la falsa seguridad con la libertad, esa persona pensó que al vacunarse sería libre pues así se lo vendieron, pero eso no tiene que ver con la libertad, tan sólo le ofrecieron una falsa seguridad y lo que ha hecho es caer en la trampa. La falsa seguridad no es la libertad. A muchos les da igual la libertad porque no les importa que se la quiten, a esos que no les importa que les quiten la libertad, gozan y mucho cuando ven que se la quitan a otros. El que no tiene libertad odia que otros la tengan. Cuesta entender que haya gente que se juegue la vida poniéndose una vacuna para poder comer en los restaurantes o para hacer un viaje a Marruecos en Navidad, y que conste que no tengo nada contra Marruecos ni contra la Navidad; en tiempos de guerra hay que moverse lo menos posible, y en caso de hacerlo que sea siempre dentro del territorio que conocemos.
Observad a la facción más radical de los vacunados y os daréis cuenta de una cosa: a los que advertimos desde el principio que todo esto era un engaño, esos vacunados radicales nos tienen entre ceja y ceja, y su ego es tan grande que prefieren que nos maten antes que reconocer que han sido vilmente engañados, es de ahí de donde nace la sistemática persecución de la disidencia, el Nuevo Orden Mundial sabe que cuenta con el odio visceral de los vacunados hacia los no vacunados, y es por eso que se atreven a imponer los pasaportes covid, la continuidad de las mascarillas asesinas, así como los nuevos cierres que ya vienen de camino.
Lo que estamos viviendo no lo hemos visto ni de lejos en las muchas películas que hemos contemplado a lo largo de nuestra vida, esto que estamos viviendo es otra cosa, la magnitud que tiene todo esto supera y con mucho los argumentos de todas las películas que hemos visto en el pasado. Mires donde mires todo está patas arriba. Cuando sientas que has llegado al límite de tus fuerzas, mira a los ojos de un niño y a su increíble inocencia y lucha y pelea porque esa sonrisa y esa inocencia no sean borradas; cuando sientas que estás al borde de la extenuación, piensa que aún queda un bello camino por recorrer. Aunque haya días que estemos medio doblados y medio rotos, sin embargo sabemos que llegarán nuevas fuerzas para poder continuar.
Estamos en el camino de vuelta a casa. No todo va a suceder rápido, no todo va a suceder ya. Tened al menos la misma paciencia que teníais antes de que llegara esta gran impaciencia. La paciencia es la virtud que ahora más se necesita.