Actos de fe
Estamos viviendo un tiempo tan duro y tan desolador, que casi de forma inconsciente vamos buscando ‘señales’ que un poco nos digan que vamos por el buen camino, sabiendo como sabemos que cualquier camino puede ser bueno, depende con qué ojos miremos nosotros ese camino; todos vamos por la misma senda pero todos la vemos y la vivimos de forma distinta, no hay una única vía para recorrer la vida, hay tantas vías como seres humanos hay sobre la Tierra.
Hace unos días iba en el coche conduciendo y pensaba en los «momentos decisivos» que estamos viviendo como Humanidad, de pronto vi unos destellos en unas nubes lejanas que me llamaron la atención, eran destellos rítmicos que evidenciaban un patrón, se trataba de unos destellos de una luz muy blanca y penetrante, aquello duró varios minutos, estaba claro que no eran los brillos del sol dando en un avión o en una avioneta, ¿qué era lo que yo estaba viendo? No lo sé, lo que sí sé es que la vibración que transmitían esos destellos eran de profunda alegría, imprimían algo muy positivo, es como si estuvieran destinados a mantener el ánimo alto, eran destellos para sostener la confianza, como una confirmación de que todo esto que estamos viviendo va a salir bien.

Nunca esperé que una raza extraterrestre viniera a salvarnos, lo que sí creo es que estamos siendo tutelados por altas entidades cósmicas que conocen el parto planetario terrestre en el que ahora estamos inmersos, tutelar quiere decir respetar e infundir ánimo, no quiere decir intervenir directamente, ese infundir ánimo es muy evidente y fácilmente comprobable, se comprueba estando atentos y mirando de vez en cuando al cielo, porque no solamente hay que mirar al cielo para ver si llueve o para ver si las nubes pasan rápido, hay que mirar al cielo como se mira el rostro de la persona amada, sin esperar nada pero emitiendo un rayo de complicidad, si emites con fuerza ese rayo notarás que retorna amplificado.


Este cerco en el cielo lo vi en el patio de la casa en la que vivo, fue un día después de comer que salí y miré hacia arriba, aún no sé cómo sentí el impulso de mirarlo porque en ese momento estaba haciendo otras cosas, como que fui llamado a contemplarlo. ¿Por qué a veces necesitamos actos de fe? Porque hay días que el ánimo está bajo, hay días que podemos estar tristes, el juego de andar por aquí en tercera dimensión consiste en hacer que uno no entiende, que uno no sabe, por eso el acto de fe viene a rescatarnos de nuestra vulnerabilidad. El verdadero acto de fe consiste en abandonarse en manos de la vida. Todo lo que nos toca vivir veníamos a vivirlo. Tú que internamente lo sabes todo has venido a jugar al juego de que a ratos no sabes nada y de que estás perdido, vienes a jugar también a que te enfadas y luego te contentas, juegas a que te traicionan pero tú sigues adelante como si no hubiera pasado nada porque en el fondo no hay traiciones ni hay nada, todo es un simple juego en la forma, el secreto está en ver que la esencia que somos no es tocada nunca por ninguna circunstancia.

Esta foto es también de hace unos días. De nuevo una foto ‘no buscada’. Les estaba enseñando a dos amigos unos lugares de mi infancia, y de pronto el último sol de la tarde proyectó nuestras sombras sobre un lugar donde jugábamos cuando éramos niños. La Nueva Tierra siempre estuvo aquí, ahora si queremos podemos habitarla y vivir en ella. La Nueva Tierra no es una ensoñación romántica, es algo vivo y palpable, algo que se manifiesta siempre que hay una intención pura, se trata de volver a ver todo con una mirada nueva, la belleza del mundo reside en los ojos de quien la contempla.

Me hace gracia ver cómo los que antaño se consideraban «militantes de las causas nobles» aún no se han dado cuenta de que estamos viviendo la guerra más grande contra la raza humana que se haya conocido jamás, es increíble que aún no lo hayan percibido, antes se manifestaban por cosas irrelevantes y ahora ante algo tan gordo ni siquiera mueven un dedo, pero estaba escrito que así sería, al igual que estaba escrito que ejecutarían a la gente con inyecciones letales de efecto retardado a las que llaman vacunas, estaba escrito que se llevarían a cabo asesinatos deliberados y que éstos se cometerían a plena luz del día y ante la vista de todos, recordad las colas de los que se iban a vacunar hace apenas dos meses. Escrito estaba que para las almas nobles no quedaba otra que decir la verdad, costara lo que costara. Este es el tiempo en el que tiene que aflorar toda la negatividad y todo el dolor reprimido durante tantos y tantos años, ese volcán de La Palma echando fuego somos nosotros mismos escupiendo dolor y desesperación, y también pidiendo clemencia.
Algunos no vinimos aquí para ser comprendidos, hemos tenido constancia de ello casi desde que éramos niños, algunos vinimos aquí a hacer lo que nos tocaba hacer, por eso nuestra vida nunca estuvo enfocada en el poder y en el dinero, tampoco en el placer y en la complacencia. Vinimos aquí a mostrar la verdad y a luchar contra el mal sabiendo que el mal es todo eso que nos hace esclavos. Ni siquiera tememos ser atacados porque cuando nos atacan lo que están haciendo ellos es mostrar su debilidad, y su debilidad es nuestra fortaleza. Algunos vinimos aquí para ser testigos del momento en el que la humanidad viviera el gran renacer, algo que ya está ocurriendo y que en muy poco tiempo será visible en todos los rincones del Planeta.
Espíritu sin nombre,
indefinible esencia,
sin formas de la idea.
Yo nado en el vacío,
del sol tiemblo en la hoguera,
palpito entre las sombras
y floto con las nieblas.
…/…
Yo ondulo con los átomos
del humo que se eleva
y al cielo lento sube
en espiral inmensa.
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