EE. UU.: soldados ya no están obligados a vacunarse contra el COVID
Escribe: David Rey
“Estoy encantada de informar que el mandato militar de la vacuna COVID finalmente TERMINÓ gracias al arduo trabajo de los conservadores del Congreso”. Con estas palabras, la representante republicana por el estado de Illinois, Mary Miller, anunció el martes 10 de enero de 2023 que los soldados estadounidenses ya no serán obligados a inocularse. El hecho tuvo lugar 17 meses después de que el presidente Joe Biden ordenara que los 1,3 millones de miembros activos de las fuerzas armadas fueran vacunados “por completo” y de que más de 7 mil hayan sido dados de baja por negarse a hacerlo.
Por su parte, el representante Thomas Massie de Kentucky enfatizó que “una de las peores decisiones políticas que afectan la preparación militar finalmente ha terminado”, más allá de que el secretario de Defensa Lloyd Austin igual alentó a los miembros del servicio a que “aún se vacunen y recuperen”. No obstante, sobre lo que aún no se ha pronunciado ni un bando ni el otro es qué pasará con los soldados que vieron truncadas sus carreras militares por negarse a ser inoculados, más allá de que algunos discutan su reincorporación y el pago de los haberes atrasados.
Según información del Departamento de Defensa precisados por Reuters, 3717 infantes de marina, 1816 soldados del ejército y 2064 marineros fueron desligados de sus respectivas fuerzas por la negativa a recibir la inyección experimental. Austin culpó de esta resistencia “a la información errónea sobre las vacunas” y ponderó que “el Departamento hizo que la vacunación contra el COVID-19 sea lo más fácil y conveniente posible, lo que ha dado como resultado que se administren vacunas a más de dos millones de miembros del Servicio y el 96 por cierto de la fuerza, activa y de reserva, esté completamente vacunada”.
Sin embargo, el jefe de Defensa aseguró estar «exigido», tras la promulgación del nuevo presupuesto norteamericano de ese ministerio, a ordenar que los departamentos militares actualicen «los registros de dichas personas para eliminar cualquier acción adversa asociada únicamente con la denegación de dichas solicitudes, incluidas las cartas de amonestación». Vale destacar que, entonces, aquellos que se negaron a vacunarse fueron amenazados con la pérdida del salario, entre otras medidas “disciplinarias”.
Si bien todavía se depende de la decisión de los comandantes militares respecto de desplegar tropas no inoculadas, esto podría entenderse como una simple formalidad discursiva en el sentido de que, a raíz de la exigencia vacunal, se ha tornado preocupante “la mayor crisis de reclutamiento en décadas”, esto sin mencionar las “tasas de inflamación cardíaca (miocarditis) más elevadas de lo esperado” según diversos reportes que dan cuenta del nivel de efectos adversos posinoculación en los miembros de las fuerzas.
Si bien tanto el presidente Biden como los demócratas en general se opusieron hasta último momento, finalmente “cedieron entre bastidores”, según CNN, al reclamo de los conservadores, de modo que la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) de 2023 echa por tierra lo dispuesto el 24 de agosto de 2021, cuando se estableció que todos los soldados estadounidenses debían estar inoculados contra el COVID. La Cámara aprobó la NDAA con 350 votos a favor y 80 en contra.
Fuentes:
https://www.dailymail.co.uk/news/article-11621479/Pentagon-Biden-COVID-vaccine-mandate-military.html;
https://edition.cnn.com/2023/01/10/politics/military-covid-vaccine-rescinded/index.html;
https://www.foxnews.com/politics/pentagon-ditches-covid-vaccine-mandate-troops;
https://www.judicialwatch.org/vaccine-veterans-crt/;
https://www.consalud.es/pacientes/especial-coronavirus/vacuna-covid-19-militares-eeuu-presentan-tasas-miocarditis-altas-esperado_98992_102.html.