Dos años y tanto de psicosis colectiva
No hemos tenido una pandemia, sino una psicosis colectiva inducida por las organizaciones supra nacionales, las cuales a su vez, obedecen a la élite.
La falsa pandemia no ha terminado, aun cuando todavía hay muchos países han eliminado el pasaporte nazi y en otros se mantiene.
Mientras a la población se la distrae con la guerra rusa en Ucrania, la Organización Mundial de la Salud prepara un “pasaporte” de vacunación universal como primer paso para establecer una dictadura mundial. Además, de remplazar la soberanía nacional en caso de “pandemias”.
Los medios oficiales ocultan que un juez de Texas ordenó publicar la información confidencial que el laboratorio Pfizer pretendería ocultar o que se diese a conocer en los próximos 55 o 75 años. En dicho informe aparecen los 1000 efectos adversos que ocultaron a los inoculados.
A más de un año de haber empezado la vacunación masiva, se puede decir fue un rotundo fracaso. En el 2021 fallecieron más personas que en el 2020 en todos los países donde hizo tal disparate, que los medios oficiales siguen afirmando que es por el covid y no por los pinchazos. A ello hay que agregar, los más de cuatro millones de afectos adversos registrados: trombosis y otras cosas. Varios deportistas de élite no ha podido continuar con sus carreras, debido a miocarditis.
El año pasado hubo un aumento de miocarditis en la población menor de cuarenta años. Todos sanos.
La verdadera pandemia invisible se llama repentinitis, que es simplemente un ataque al corazón fuerte.
Han sido dos años de una guerra psicológica con el propósito de meter miedo en la población. Para ello utilizaron los medios como propaganda. La operación psicológica más grande de la historia.
El porcentaje de fallecidos por el coronavirus en el 2020 fueron mucho menos que las cifras oficiales. En el caso de los ancianos, en muchos países cometieron asesinato en masa. O sea, genocidio. Así fue en España, Gran Bretaña y Canadá. Pues, el objetivo era crear miedo entre la población. El resto murió a causa de los protocolos de la Organización Mundial de la Salud. Había que entubar a todo el mundo. Muchas personas entraron por un simple resfriado, mas salieron en un ataúd.
Muchos médicos denunciaron que las cifras estaban infladas, desde el principio. Entre ellos, el doctor Vladimir Zelenko de los Estados Unidos.
En Viña del Mar, fueron asesinadas dos enfermeras por oponerse a la entubación. Según el relato oficial, se suicidaron por acoso laboral. Mejor dicho, las suicidaron. Un audio corrobora lo que sostenían las sanitarias. Además, en los Estados Unidos varios enfermeros empezaron a testificar en los edificios capitolios, que el procedimiento de la OMS mataba a los pacientes. Los asesinaron. Había que crear pánico.
Una de las tontas y absurdas medidas tomadas por los ministerios de la salud en cada país, es que a muchas personas adquirieron el trastorno obsesivo compulsivo. Eso lo escribí hace dos años. Ya los decía la doctora española Natalia Prego y lo confirma la psicóloga Lourdes Resello. Ese es uno de los tantos colaterales.
Según la psicóloga española, cuando sienten miedo y existe un estado alerta, las personas colapsan independientemente de su nivel de inteligencia. Se trata de un asunto instintivo. Ella muestra cuatro etapas para alcanzar la psicosis colectiva en una entrevista.
El primer paso consiste en aislar a las personas. Eso fue el confinamiento. La palabra que emplearon. Agrega: “el hecho de que un sujeto tenga únicamente una sola fuente de información, es el aislamiento perfecto”. No sólo es aislamiento social, sino también de información. Eso es lo que da al interior de una secta. Se pone énfasis en la repetición del discurso. Así una persona no tiene suficiente capacidad crítica.
El segundo paso es poner a las personas en un estado de miedo permanente enfocada en las emociones, con lo cual bloquea la parte crítica o la parte que se refiere al conocimiento.
El tercer paso consiste en que la persona no pueda tener una situación de equilibrio, pues el mundo se volvió impredecible: “yo espero saber qué voy a hacer mañana”. Hasta el punto que se genera una esquizofrenia, pues “en la que de pronto nos dicen una cosa, luego nos dicen otra y es todo lo contrario, incluso en un mismo mensaje se nos dan dos informaciones contrarias, hace que la persona no sepa a qué atenerse y que esté en una permanente situación de desequilibrio”.
El cuarto paso consiste para la psicosis colectiva en que la autoridad ofrezca una solución “a mi miedo, a mi problema, a mi angustia, a mi ignorancia”. Y la persona acepta la solución sin reflexionar y meditar.
En el 2020, muchas personas comenzaron a investigar sobre lo estaba ocurriendo. Se dieron cuenta que la Organización Mundial de la Salud había cambiado la definición de pandemia. Cambio varias definiciones, entre ellas, el significado de la palabra ‘vacuna’. Y así, justificar las terapias genéticas. Antes de la invasión Rusa a Ucrania el diputado al Parlamento Europeo por Croacia, Mislav Kokakusic lo explico muy bien en una entrevista de un canal de su país.
Pregunta el periodista: “¿Qué es necesario para crear una pandemia exitosa, como usted la llamó en uno de sus discursos en el Parlamento Europeo?”
El euro diputado le responde “Para crear una pandemia exitosa, porque la Organización Mundial de la Salud tuvo algunos intentos fallecidos, ellos se dieron cuenta de lo que necesitaba cambiar. Primero que nada, fue necesario cambiar la definición de pandemia misma. Después de eso fue necesario cambiar la manera en la cual la enfermedad era determinada. Luego fue necesario cambiar la manera en la cual la muerte por una enfermedad contagiosa era determinada. Después de eso, y quizás una parte clave, fue pronunciar como síntomas de una tan peligrosa enfermedad, los síntomas del toser, fiebre de 37 grados, mareos, dolor de cabeza. Algo que dos mil millones de personas experimentan cada año”.
Luego el presentador de noticias le formula otra pregunta: “¿Esa fue la forma de establecer una pandemia?”
A lo que el diputado Kokakusic responde “Junto con el prerrequisito, y el quinto prerrequisito es de abolir el diálogo. No lo podíamos ver en ninguno de los medios, no en Croacia, no en Europa, ni alrededor del mundo, no podíamos ver un solo debate en el cual los expertos que hablan a favor y en contra fueran reunidos. Y había miles de ellos. Y en los medios, tuvimos unanimidad completa”.
Más claro que el agua.
Javier Bazán