«La medicina moderna –como el negocio que es- necesita de la enfermedad como el panadero necesita de harina. Si un negocio se optimiza hasta los límites alcanzados en el neoliberalismo, se comprobará que el interés de la medicina moderna no sería curar, sino hacer la enfermedad crónica, permanente, o –al menos- siempre rentable. El “paciente” se convierte en “cliente” en el momento en el que paga dinero por un servicio médico. ¿Cuántas formas tiene un médico moderno de perder un cliente? Dos: la curación y la muerte. Por lo tanto, se evitarán las dos a cualquier precio. Los tratamientos tenderán a ser prolongados, las altas médicas tenderán a postergarse, y las enfermedades tenderán a hacerse crónicas.»
Antes de continuar incluimos estos minutos del Dr. Leonard:
LAS ESTATINAS, ADEMÁS DE PELIGROSAS, NO
SIRVEN PARA PREVENIR PATOLOGÍAS
LAS ESTATINAS SON LA DROGA MAS VENDIDA $$$ DEL MUNDO.
Cualquier cosa que afecte su venta supone miles de millones para las farmaceuticas en la bolsa de N.Y. y supondria una amenaza a este inmenso negocio global.
Que las estatinas -uno de los fármacos más utilizados para reducir el colesterol- son peligrosas -además de inútiles- lo hemos denunciado ya en numerosas ocasiones sin que la mayoría de los médicos y pacientes lo asuma.
Pues bien, un reciente estudio acaba de confirmar que no existe prueba alguna que avale la supuesta capacidad preventiva de las estatinas en pacientes sanos con alguno de los denominados factores de riesgo. Y encima en febrero pasado se relacionó a las estatinas con la diabetes; y en marzo con disfunciones hepáticas, renales y cataratas.
Razón por la que cada vez más expertos se están animando a denunciarlo, entre ellos la doctora Stephanie Seneff, licenciada en Biofísica en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts
Aumenta probabilidad de cancer
con la toma de estatinas:
En el 96 se publicó esta revisiónii de todos los estudios que se habían hecho en ratones con diferentes estatinas.
Sorprendentemente, todos los tipos de estatinas probadas, y algunas en cantidades muy poco por encima de las que se usan en humanos, causaban cáncer en ratones .
En esta reciente revisióniii, de los estudios hechos con cientos de miles de pacientes los que muestran protección esta es poca, pero hay muchos más que no ven diferencias, y bastantes que lo que demuestran es un aumento en la probabilidad de tener cáncer.
ADEMAS:
El riesgo de muerte (en general) es el mismo entre aquellos con muy bajo colesterol (230, no responden a estatinas). Lo cual llama la atención.
Philippe Even afirma que en la inmensa mayoría de los casos el nivel de colesterol elevado en la sangre no tiene ninguna relación con los infartos y que reducir sus valores con fármacos trae más prejuicios que beneficios para la salud.
Una guía exhaustiva sobre el colesterol destinada a pacientes y a médicos
AUTOR
Philippe Even dirigió la unidad de cuidados intensivos del hospital Laennec (Francia) y está mundialmente reconocido como experto en enfermedades respiratorias.
Es profesor emérito de la Universidad Paris-Descartes,ha participado en comités científicos de la INSERM yen el Ministerio de Salud francés. Fue representante de Francia en Bruselas y ha colaborado en misiones científicas en Estados Unidos
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EL COLESTEROL LA MEJOR DEFENSA CONTRA RADICALES LIBRES Y TOXINAS
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La causa mas importante de problemas de corazon es una dieta con productos que contengan (casi todo lo que viene en bolsa) aceite de soja o de maiz(extremadamente ricos en aceites omega 6) …..que ademas son trasgenicos y que desequilibran el correcto y necesario equilibro entre aceites OMEGA 6 y OMEGA 3 Estos aceites «envenenan» el cuerpo producen inflamacion al aumentar la citoquinas y ESTA ES LA RAZON DEL CONTINUO AUMENTO DE ATAQUES CARDIACOS.
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Esta presentacion de Alfredo Embid explica esta invencion y problema «creado» artificialmente:
Una mentira absurda que se repita 1.000 veces en el telediario, pasa automáticamente a ser una verdad absoluta.
Vamos a darnos un paseo para conocer la opinión de los científicos disidentes con la teoría de que el colesterol alto es peligroso. A continuación una selecció n de comentarios críticos vertidos por algunos científicos.
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Dr. Dwight C. Lundell
Dr. Lundell’sexperience in Cardiovascular and Thoracic Surgery over the last 25 years includes certification by the American Board of Surgery, the American Board of Thoracic Surgery, and the Society of Thoracic Surgeons.
«Durante 25 años fui cirujano de tórax , he dedicado mi vida a tratar con pasión las enfermedades del corazón, proporcioné una segunda oportunidad de vida a miles de pacientes.
Hace unos años tomé la decisión más difícil de mi carrera de medicina. Salí de la cirugía que me encantaba para tener la libertad necesaria para decir la verdad sobre las enfermedades del corazón, la inflamación, los medicamentos con estatinas y los métodos actuales de tratamiento de las enfermedades del corazón.
Fue un momento emocionante para ser un joven cirujano cardíaco en los años ochenta. Una nueva técnica quirúrgica, el bypass coronario, era el único tratamiento efectivo practicado a personas que sufrían de enfermedad arterial coronaria grave. Nuestra capacidad de salvar vidas aumentó y el riesgo de la cirugía disminuyó con las técnicas y la tecnología mejoradas.
Pacientes desesperadamente enfermos podían ser restaurados y rehabilitados con un riesgo relativamente bajo, fue un reto apasionante. Durante mi carrera como cirujano realicé más de 5000 operaciones de bypass coronario.
El consenso en ese momento era que los niveles elevados de colesterol en sangre causaba un depósito gradual de colesterol en el canal de los vasos sanguíneos.
Teníamos dos opciones obvias de tratamiento, reducir los niveles de colesterol en sangre o hacer una operación para desviar la sangre alrededor de la placa acumulada en las arterias y así restablecer el flujo sanguíneo y la función del músculo cardíaco.
Además de observar formas más efectivas de bajar el colesterol en la sangre, había relativamente poca investigación en cuanto a lo que estaba causando la placa. La comunidad médica se había asentado en la idea tan simple de controlar las grasas saturadas y colesterol.
Ellos siguen creyendo que los medicamentos para bajar el colesterol tienen éxito en tratar y prevenir las enfermedades del corazón, a pesar del hecho de que un estudio publicado enThe American Heart Journal (enero de 2009), con un análisis de 137.000 pacientes ingresados en hospitales en los Estados Unidos con un ataque al corazón demostró que casi el 75% tenía niveles “normales” de colesterol.
Este hecho continuó molestándome durante mi carrera quirúrgica.
La idea de que una sustancia normal, es decir, el colesterol, podría causar enfermedades del corazón resonaba en mi cabeza. Podía ver a los pacientes al volver para una segunda operación de bypass coronario pocos años después de su primera operación, aunque tenían niveles normales de colesterol durante todo el tiempo.
En la sala de operaciones había hecho la observación de que parecía que estaba pasando algo por alto en relación a la inflamación alrededor de las arterias coronarias.
A través de un marketing brillante y masivo los fabricantes de estatinas se las ingeniaron para influir en la ciencia y controlar la política para que la prescripción de estatinas fuese convertida en el estándar del cuidado. Cualquiera que cuestione o no esté de acuerdo con estas políticas será etiquetado como hereje, ignorado y ridiculizado.
La Administración de Alimentos y Medicinas americana (FDA) , el Programa de Educación Nacional del Colesterol, la Asociación Americana del Corazón y muchos centros académicos están dirigidos e influenciados por los médicos que reciben beneficio directo o indirecto de los fabricantes de medicamentos de estatinas.
Su influencia es tan penetrante que recientemente la FDA aprobó el Crestor ®, una estatina, para el tratamiento de pacientes con colesterol normal. Algunos de estos académicos han llamado a niños para tratarlos con estatinas. El marketing ha triunfado realmente sobre la medicina.
El tratamiento o el intento de prevenir la enfermedad cardíaca con estatinas es peligroso y fraudulento, por dos razones:
1.) Graves, mortales y discapacitantes efectos secundarios que son en gran parte ignorados por la profesión médica y silenciados por los fabricantes de estatinas. Estos efectos secundarios han sido brillantemente documentados por el Dr. Duane Graveline y otros médicos valientes que se atreven a hablar en contra de la religión oficial del colesterol y las grasas saturadas.
2.) Como continúan centrándose en este tratamiento ineficaz se desvía la atención y no se puede comprender y controlar las enfermedades del corazón, y da a los pacientes una falsa sensación de seguridad que les impide realizar los cambios de estilo de vida que verdaderamente podrían prevenir y revertir las enfermedades del corazón.
Tenga en cuenta también lo siguiente:
1.) No se ha demostrado que las estatinas puedan ayudar a ninguna mujer de cualquier edad!
2.) No se ha demostrado que las estatinas puedan ayudar a ninguna persona mayor de 65 años!
3.) El único grupo de pacientes que podría, y hago hincapié en “podría” obtener algún beneficio, son hombres de mediana edad que han tenido un ataque cardíaco previo.
Es increíble ver toda la literatura médica que está controlada por los fabricantes de estatinas y los consultorios médicos entregados a los jóvenes representantes entusiastas de las drogas que pretenden demostrar que las estatinas son beneficiosas.
La mejor manipulación estadística muestra que hay que tratar al menos a 10 personas durante varios años para que 1 persona tenga un posible beneficio. Apuesto a que cuando el médico les recomendó tomar las estatinas no se les dijo que bajo el sesgo estadístico los datos más favorables dan tan sólo 1 posibilidad entre 10 de beneficio.
El muy publicitado estudio JUPITER que llevó a la FDA a la aprobación de Crestor ® para las personas con niveles normales de colesterol, mostró que el tratamiento de 100 personas durante 3 años con Crestor ® “podría”? haber evitado 1 ataque al corazón.
Sin embargo, se concedió la homologación y millones de personas estuvieron expuestas a los riesgos de las estatinas sin beneficio posible, salvo para el fabricante de Crestor ®.
¿Cree usted que este es un proceso limpio, puro y libre de influencias indebidas?
Tome un justo punto de referencia, si yo había tratado a 100 personas con un antibiótico adecuado para una infección, 99 eran curadas. Es por eso que yo llamo al tratamiento con estatinas una estafa que es más grande y más perjudicial que cualquier cosa de la que podría deshacerse Bernie Madoff, al menos así sus víctimas solo perderían dinero, no su salud.
A pesar de ser Jefe de Gabinete y Jefe de Cirugía en un gran hospital de especialidades del corazón me di cuenta de que no podía cambiar la medicina por mucho que sermonease y declarase, no importaba cuánta evidencia científica reunía sobre que el colesterol no era un problema y que el tratamiento del colesterol con medicamentos era contraproducente.
Así que tomé esa decisión difícil y dejé mi práctica quirúrgica exitosa con el fin de tener la libertad de hablar, escribir y enseñar la verdad sobre las enfermedades del corazón. Yo escribí el libro La cura de enfermedades del corazón, que explica que la verdadera causa de la enfermedad cardíaca es la inflamación de bajo grado.
Porque sin inflamación el colesterol nunca se acumula en la pared de los vasos sanguíneos y causan la placa con su consecuencia final de un ataque al corazón y muerte.
Dr. Lundell was a pioneer in off-pump coronary artery bypass or “beating heart” surgery reducing surgical complications and recovery times.He has served as Chief resident at the University of Arizona and Yale University Hospitals and later served as Chief of Staff and Chief of Surgery.He was one of the founding partners of the Lutheran Heart Hospital which became the second largest Heart hospital in the U.S.
Este libro (la mentira del colesterol), entre otras muchas fuentes (ver mas abajo), apunta contra uno de los más amplios engaños universales que se extiende en el campo de la Medicina en forma de oleada controlada por la industria «anticolesterol» y que persiste aunque existan argumentos científicos en contra de la misma.
Con este fin, esta publicación pretende hacer una recopilación de los trabajos de los más reconocidos científicos europeos y americanos expertos en colesterol y el resultado de unas 6.000 revisiones que, sobre el mismo tema, ha realizado el autor.
Las estatinas tienen un mercado mundial
de más de
$ 30 mil millones al año…………y llevan muchos años.
Además, las pruebas y el «tratamiento» del colesterol alto dan alrededor de $ 100 mil millones al año con ningún beneficio notable a las víctimas, me refiero a los pacientes.
Los fabricantes de estatinas no estan por la labor de renunciar a un mercado de $ 30 mil millones anuales. Hay muchos médicos sinceros, bien intencionados y profundamente convencidos que seguirán apoyando la teoría de que el colesterol dietético y las grasas saturadas provocan infartos.
———————————————— Hablando sobre el cancer y sobre el colesterol :
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El colesterol «malo» te protege contra el cáncer
Los medicamentos para bajar el colesterol producen diabetes y combinados con antidepresivos, pueden matarte. Una forma de reducir el déficit de la seguridad social: eliminar a los pensionistas.
Alfredo Embid
Mary Eniges una experta internacional en la bioquímica de los lípidos, nutricionista y Editora Consultora de varias publicaciones científicas, entre ellas del Journal of American Collegeof Nutrition. Además es la Presidenta de la Maryland Nutritionists Association.
Ha publicado numerosos trabajos científicos sobre alimentos, temas relacionados con la nutrición, aceites y grasas en los alimentos, varios capítulos en libros sobre nutrición y un libro sobre colesterol, aceites y grasas en las dietas (90a). Su tema de investigación principal han sido los riesgos asociados con el alto consumo de ácidos transgrasos. En una entrevista se le consultó si las grasas saturadas provocan infartos:
“La idea de que las grasas saturadas provocan infartos es errónea, pero esa afirmación ha sido ‘publicada’ en tantas ocasiones en las últimas tres décadas o más que es muy difícil convencer al público de lo contrario excepto que quieran tomarse el tiempo de leer y aprender sobre todos los factores políticos y económicos que han generado una agenda anti- grasas saturadas”.
La enfermedad cardíaca es la causa principal de muerte en todo el mundo, la forma más común de las cuales es la enfermedad cardíaca coronaria (CHD).
La opinión convencional es que el colesterol alto es un factor de riesgo para esta condición – incluso los niños “saben” que el colesterol se forma la placa y es malo para el corazón.
El enfoque en colesterol ha creado un enorme mercado para las estatinas, los fármacos que actúan bloqueando la enzima en el hígado que se encarga de hacer el colesterol.
A partir de 2010, no hubo menos de 900 estudios que demuestren sus efectos adversos, que recorren toda la gama desde problemas musculares hasta aumentar el riesgo de cáncer !
Además del hecho de que las estatinas son peligrosas para su salud, sino que también no reducen el riesgo de enfermedades del corazón , porque el colesterol alto NO aumenta el riesgo de enfermedades del corazón …
¿Dónde se originó el mito de Enfermedades Colesterol Alto-Corazón?
La idea de que el colesterol alto causa enfermedades del corazón se remonta a Rudolph Virchow (1821-1902), un patólogo alemán que encontró el engrosamiento de las arterias de las personas que realizaron las autopsias, que atribuyó a una colección de colesterol.
Más tarde, Ancel Keys (1904-2004), fisiólogo conocida, publicó su artículo seminal conocida como “Seven Countries Study 1 “, que sirvió de base para casi todo el apoyo científico inicial de la Teoría de colesterol.
El estudio relacionó el consumo de grasa saturada a la enfermedad cardíaca coronaria. Sin embargo, lo que muchos no saben es que las claves analizadas fueron selectivamente tomadas de sólo siete países para demostrar su relación, en lugar de comparar todos los datos disponibles en el momento – de 22 países.
Como se puede sospechar, los estudios que se excluyeron serian los que no encajaban con su hipótesis, a saber, los que mostraron un bajo porcentaje de grasa en su dieta y una alta incidencia de muerte por enfermedades del corazón, así como aquellos con una dieta alta en grasas y baja incidencia de cardiopatía coronaria. Cuando se analizan los 22 países, ninguna correlación puede ser encontrado.
¿Por qué necesita el colesterol?
El colesterol es en realidad una parte importante de los materiales de construcción fundamental de su cuerpo y es absolutamente esencial para la salud óptima. Es muy importante y por eso su cuerpo lo produce tanto en el hígado y en el cerebro , que es en gran cantidad – grasa.
No hay duda de que su cuerpo necesita colesterol. De hecho, ahora tenemos evidencia de que la deficiencia de colesterol tiene un impacto negativo en casi todos los aspectos de su salud. Una de las razones principales es porque el colesterol juega un papel crítico dentro de sus membranas celulares.
El colesterol es el precursor de los ácidos biliares, por lo que sin suficientes cantidades de colesterol, su sistema digestivo puede verse afectada negativamente.
El colesterol también juega un papel esencial en el cerebro, que contiene aproximadamente el 25 por ciento del colesterol en el cuerpo.
Es fundamental para la formación de sinapsis, es decir, las conexiones entre las neuronas, que permiten pensar, aprender cosas nuevas, y recuerdos de formulario. De hecho, no hay razón para creer que las dietas bajas en grasa y / o fármacos para reducir el colesterol, pueden causar o contribuir a la enfermedad de Alzheimer.
Los niveles bajos de colesterol también se han relacionado con el comportamiento violento , debido a los cambios adversos en la química cerebral.
Por otra parte, usted necesita el colesterol para producir hormonas esteroides, incluyendo las hormonas sexuales. vitamina D también se sintetiza a partir de un pariente cercano de colesterol: 7-dehidrocolesterol.
Para reforzar aún más la importancia del colesterol, quiero recordarles el trabajo de la Dra. Stephanie Seneff, que trabaja con la Fundación Weston A. Price.
Una de sus teorías es que el colesterol se combina con el azufre para formar sulfato de colesterol , y que esta sulfato de colesterol ayuda a diluir la sangre, al servir como un depósito para las donaciones de electrones que recibe al caminar descalzo en la tierra (también llamado de tierra). Ella cree que, a través de este mecanismo anticoagulante, sulfato de colesterol puede proporcionar una protección natural contra las enfermedades del corazón.
De hecho, va tan lejos como para plantear la hipótesis de que la enfermedad cardíaca es probablemente el resultado de la deficiencia de colesterol – que por supuesto es todo lo contrario de la visión convencional.
La identificación de factores de riesgo de enfermedad cardíaca
Como se menciona en la película, si se quiere entender qué causa la enfermedad del corazón, usted tiene que mirar lo que hace daño a las paredes de las arterias, interfiere en los procesos de enfermedad y provoca la coagulación de la sangre.
Cuando la pared endotelial está dañado, los mecanismos de reparación se ponen en movimiento, la creación de un “costra.” Para evitar esta costra se desprenda, la pared endotelial crece sobre ella, provocando que la zona a ser espesado. Esto es lo que se llama aterosclerosis. No hay nada de grasa (colesterol) “la obstrucción de la tubería” en absoluto, sino que la pared arterial se espesa como resultado de proceso de reparación natural del cuerpo.
Entonces, ¿qué causa daño a las arterias?
Uno de los principales culpables es el azúcar y la fructosa en particular.
Así que comer una dieta alta en azúcar es una forma segura de poner las enfermedades del corazón en su lista de posibles problemas de salud. Mientras tanto, el colesterol total le dirá prácticamente nada acerca de su riesgo de la enfermedad, a menos que sea excepcionalmente elevada (por encima de 330 o menos, lo que sería sugestivo de hipercolesterolemia familiar, que, en mi opinión, sería la única vez que un medicamento para reducir el colesterol sería ser apropiado).
Dos razones que son mucho mejores indicadores de riesgo de enfermedad cardiaca son:
Su relación HDL / colesterol total : porcentaje de HDL es un corazón factor de riesgo de enfermedad muy potente. Simplemente divida su nivel de HDL en el colesterol total. Este porcentaje debe ser, idealmente, por encima de 24 por ciento. Por debajo del 10 por ciento, que es un indicador significativo de riesgo de enfermedad cardíaca
Su triglicéridos / HDL ratios de : Esta relación debe ser idealmente por debajo de 2
Otros factores de riesgo para enfermedades del corazón incluyen:
Su nivel de insulina en ayunas : Cualquier comida o merienda alta en carbohidratos como la fructosa y los granos refinados genera un rápido aumento de la glucosa en sangre y de insulina para compensar el aumento de azúcar en la sangre.
La insulina liberada por comer demasiados carbohidratos favorece la grasa y hace que sea más difícil para su cuerpo para arrojar el exceso de peso, y el exceso de grasa, especialmente alrededor de su vientre, es uno de los principales contribuyentes a la enfermedad cardíaca
Su nivel de azúcar en sangre en ayunas: Los estudios han demostrado que las personas con un nivel de azúcar en la sangre en ayunas de 100 a 125 mg / dl tenían un casi 300 por ciento de aumento mayor riesgo de sufrir enfermedades coronarias que las personas con un nivel por debajo de 79 mg / dl
Su nivel de hierro : El hierro puede ser un estrés oxidante muy potente, así que si tienes exceso de los niveles de hierro puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de enfermedades del corazón. Idealmente, usted debe controlar sus niveles de ferritina y asegurarse de que no están muy por encima de 80 ng / ml. La forma más sencilla de bajar si están elevados es donar su sangre. Si eso no es posible, usted puede tener una flebotomía terapéutica y que eliminará eficazmente el exceso de hierro del cuerpo
Estatinas lugar de los millones de estadounidenses en riesgo de problemas de salud graves
Es importante tener en cuenta que las estatinas son clasificados como “Categoría X del embarazo medicamento”, que significa, que causa defectos de nacimiento graves , y nunca debe ser usado por una mujer que está embarazada o planea un embarazo. Si se prescribe es simplemente negligencia y mala práctica ya que muchos médicos ignoran esta importante pieza de información, ya que es relativamente recientemente identificado.
Las estatinas también se han demostrado para aumentar el riesgo de diabetes, a través de una serie de diferentes mecanismos. La más importante es que aumentan la resistencia a la insulina, lo que puede ser muy perjudicial para su salud. El aumento de la resistencia a la insulina contribuye a la inflamación crónica en el cuerpo, y la inflamación es el sello distintivo de la mayoría de las enfermedades.
De hecho, el aumento de la resistencia a la insulina puede conducir a enfermedades del corazón, que, irónicamente, es la razón principal para tomar un medicamento para reducir el colesterol en el primer lugar. También puede promover, la presión la grasa del vientre arterial alta, ataques al corazón, fatiga crónica, trastornos de tiroides y enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer y el cáncer.
En segundo lugar, las estatinas aumentan el riesgo de diabetes en realidad aumentar el azúcar en la sangre. Cuando usted come una comida que contiene almidón y azúcar, parte del exceso de azúcar va al hígado, el cual almacena la basura como el colesterol y los triglicéridos. Las estatinas actúan previniendo la producción hepática de colesterol. Como resultado, el hígado vuelve el azúcar en el torrente sanguíneo, lo que eleva los niveles de azúcar en la sangre.
Diabetes inducida por medicamentos y la diabetes genuino tipo 2 no son necesariamente idénticas. Si usted está en un medicamento de estatina y encuentra que su glucosa en la sangre es elevado, es posible que lo que tiene es la hiperglucemia – un efecto secundario, y el resultado de su medicamento. Por desgracia, muchos médicos en ese momento por error le diagnostique “diabetes tipo 2″, y posiblemente recete otro medicamento, cuando todo lo que necesita hacer es simplemente suspender la estatina a fin de que sus niveles de glucosa en la sangre para volver a la normalidad.
Las estatinas también interfieren con la vía del mevalonato, que es la vía central para la gestión de esteroides en su cuerpo.
Cómo optimizar sus niveles de colesterol naturalmente
La forma más eficaz para optimizar su perfil de colesterol y prevenir enfermedades del corazón es a través de la dieta y el ejercicio. Recuerde que el 75 por ciento de su nivel de colesterol es producido por el hígado, que está influenciada por los niveles de insulina. Por lo tanto, si a optimizar su nivel de insulina, se optimizará automáticamente el colesterol y reducir el riesgo de diabetes y enfermedades del corazón.
No existe un medicamento para curar las enfermedades del corazón, la causa subyacente es la resistencia a la insulina y el daño de la pared arterial – ambos de los cuales son causados por comer demasiados azúcares, granos, y sobre todo de fructosa.
Optimice sus niveles de vitamina D por conseguir una exposición adecuada al sol o el uso de una cama de bronceado seguro.
Optimice su flora intestinal, tan reciente investigación sugiere que el equilibrio bacteriano en el intestino puede desempeñar un papel en la susceptibilidad a las enfermedades del corazón, así
Haga ejercicio todos los días. Asegúrese de incorporar ejercicios de fitness pico , que también optimiza la producción de la hormona del crecimiento humano (HGH).
Caminar descalzo para conectarse a tierra a la tierra. La falta de conexión a tierra tiene mucho que ver con el aumento de las enfermedades modernas, ya que afecta a los procesos inflamatorios en el cuerpo. Puesta a tierra adelgaza la sangre, lo que hace menos viscoso. Prácticamente todos los aspectos de la enfermedad cardiovascular se ha correlacionado con la viscosidad sanguínea elevada. Cuando se conecta a tierra a la tierra, el potencial zeta se eleva rápidamente, lo que significa que sus glóbulos rojos tienen más carga en su superficie, lo que les obliga a uno del otro. Esta acción hace que la sangre delgada y el flujo fácil. Al repeler entre sí, los glóbulos rojos son también menos propensos a unirse y formar un coágulo.
Evite fumar o beber alcohol en exceso.
Asegúrese de obtener un montón de buena, un sueño reparador .
Noventa y nueve de cada 100 personas no necesitan medicamentos de estatinas
Las probabilidades son muy altas – más de 100 a 1 – que si usted está tomando una estatina, que realmente no lo necesitan. Desde mi opinión, el único subgrupo que podrían beneficiarse son los que nacen con un defecto genético llamado hipercolesterolemia familiar , ya que esto los hace resistentes a las medidas tradicionales de normalizar el colesterol.
Recuerde que su cuerpo necesita colesterol para la producción de las membranas celulares, hormonas, vitamina D y ácidos biliares que ayudan a digerir la grasa. El colesterol también ayuda a que sus recuerdos forma del cerebro y es vital para la función neurológica. También hay fuerte evidencia de que tener el colesterol demasiado poco aumenta el riesgo de cáncer, pérdida de memoria, la enfermedad de Parkinson, los desequilibrios hormonales, los accidentes cerebrovasculares, la depresión, el suicidio y comportamiento violento.
Las estatinas realmente no tienen nada que ver con la reducción de su riesgo de enfermedad cardiaca. De hecho, este tipo de medicamentos puede aumentar su riesgo de enfermedad cardíaca – especialmente si usted no toma Ubiquinol (CoQ10), así como a mitigar el agotamiento de CoQ10 causados por la droga.
Sabiendo que el colesterol alto no es la causa de la enfermedad cardíaca, finalmente, le da libertad para tomar una mirada seria a lo que no causar esta condición potencialmente letal. Y como se ha descrito anteriormente, las malas elecciones de estilo de vida son los principales culpables, como el exceso de azúcar, muy poco ejercicio, la falta de exposición al sol y nunca la conexión a tierra a la tierra. Estas son todas las cosas que están dentro de su control, y no cuestan mucho (en su caso) el dinero para hacer frente a. Lea el artículo completo aquí: http://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2013/05/11/statin-nation.aspx
Michael Gurr es profesor adjunto de bioquímica de la Facultad de Ciencias Moleculares y Biológicas de Oxford, editor en jefe de Nutrition Research Reviews y editor de tres publicaciones científicas. El Profesor Gurr en una larga revisión acerca de la cardio-dieta (91): concluye: “Los argumentos y la discusión de las pruebas científicas presentados en esta revisión no serán convincentes para ‘aquellos’ expertos que ya hayan tomado una decisión, por los motivos que fueren, ya sean estrictamente científicos o políticos, respecto de que los ácidos grasos son causantes de coronariopatías. Sin embargo, espero que algunos lectores que no estuvieran al tanto de las falacias en la hipótesis de los lípidos, se hayan convencido de que la relación entre las grasas que consumimos y la probabilidad de morir a causa de un infarto no es tan lineal como pretenden establecer estas afirmaciones simplistas”.
George Mann, es un profesor retirado de medicina y bioquímica de la Universidad de Vanderbilt de Tennessee. A partir de sus estudios de la tribu Masai (Ver Sección 3) descubrió que la dieta no podía ser la causa principal del alto nivel de colesterol y de las enfermedades coronarias. En 1977 ya había publicado en el New England Journal of Medicine un fuerte argumento contra la cardio-dieta en el que citaba la ausencia de una relación entre los hábitos alimentarios y el nivel de colesterol en sangre, la falta de relación entre las tendencias de este siglo en cuanto al consumo de grasas y la tasa de mortalidad en los Estados Unidos, y los decepcionantes resultados de los ensayos sobre reducción del colesterol (92).
Ocho años luego de iniciada la campaña del colesterol, Mann resumió sus críticas en Nutrition Today(93).De acuerdo a Mann, la cardio-dieta es “la mayor decepción científica de nuestros tiempos”. Mann es particularmente crítico de los ensayos sobre la reducción del colesterol y declaró al respecto que “nunca en la historia de la ciencia tantas investigaciones tan costosas han fallado tan consistentemente”.
El Profesor Mann también ha criticado a los directores del ensayo Lipid Research Clinics (LRC) que sirvió de fundamento para la campaña contra el colesterol. Los resultados sin fundamentos de este estudio no impidieron que “se jactaran de este descubrimiento catastrófico”. Y agregó que “los directores del Nacional Institute of Health han utilizado la publicidad de Madison Avenue para vender este fallido estudio del mismo modo que los publicitarios venden desodorantes. El Consenso de Bethesda no ha reconocido que el ensayo LRC, como muchos otros anteriores, está diciendo firme y claramente ‘No, la dieta que han utilizado no es una manera eficaz de controlar la colesterolemia o de prevenir la coronariopatía y la droga que tan generosamente han estado probando para los laboratorios tampoco es eficaz’”.
Las personas que se enfrentan a tantos hechos distorsionados acerca de la dieta, el colesterol y las enfermedades cardíacas con frecuencia me preguntan por qué tantos científicos aceptan sin cuestionamientos la idea de la cardio-dieta. Este es el comentario del Profesor Mann: “Por miedo a perder fondos, los científicos que deberían alzar la voz y detener este despilfarro anticientífico guardan sospechoso silencio, silencio que ha postergado en una generación la solución para la enfermedad coronaria”.
El Profesor Mann nos da algo de esperanza al final de su artículo en Nutrition Today(93): “Aquellos que manipulan los datos no se dan cuenta de que no puede distorsionarse permanentemente la naturaleza de las cosas, no se puede ignorar permanentemente las verdaderas explicaciones. Inexorablemente la verdad saldrá a la luz y quedará expuesto el engaño. A su debido tiempo se conocerá la verdad. Esta es la bendición liberadora en esta triste secuencia”.
Michael F. Oliver, ex profesor y director del Wynn Institute de Investigación Metabólica de Londres, fue uno de los primeros en demostrar que, en general, los pacientes con patologías coronarias tenían niveles anormales de distintas grasas en sangre con mayor frecuencia que los controles. El Profesor Oliver aún piensa que las personas con patologías de metabolismo de colesterol heredadas, o aquellas personas con muy alto riesgo cardiovascular pueden obtener beneficios a partir de la disminución de los niveles de colesterol, pero en varios trabajos ha advertido acerca de las campañas para reducir el colesterol en la población en general: “Las dudas sobre la naturaleza promocional de estas campañas no son populares. Quienes dudan son despreciados, aunque esto no tiene importancia. Pero se trata de un tema muy serio si se gastan grandes sumas de dinero y se hacen cambios importantes en el estilo de vida de las personas normales cuando las pruebas acumuladas demuestran que la mortalidad total no se modifica o incluso se incrementa” (94).
Una y otra vez el profesor Oliver ha criticado a quienes piensan que el aumento de la mortalidad por causas no médicas observada en muchos estudios es producto del azar. Por el contrario, el piensa que la disminución del colesterol en sangre puede ser peligrosa: “Se sabe muy poco acerca de los efectos a largo plazo de la disminución de la concentración de colesterol en los compuestos de las membranas celulares” (95).
Según el Profesor Oliver nuestro organismo puede regular los intentos de reducir el colesterol en la mayoría de los casos, pero “¿esos mecanismos homoestáticos (regulatorios) serán eficaces en todos los pacientes, todo el tiempo y en todas las células, en particular en las células en las cuales las funciones biológicas se ven afectadas por otras razones? ¿Estas dudas no se despejarán por muchos años más?” (95).
Edward R. Pinckney es editor de cuatro publicaciones médicas y ex co-director del JAMA, elJournal of the American Medical Association. En 1973, junto con su esposa, publicó un libro titulado La controversia del colesterol (The Cholesterol Controversy) (97) que resume las inconsistencias acerca de la idea del colesterol. El Dr. Pinckney describe todos los factores que influencian el nivel de colesterol en sangre en las personas sanas y la dificultad de obtener una medición confiable de los niveles de colesterol debido a la falta de certeza de los análisis: “El nivel de colesterol en sangre es, en el mejor de los casos, sólo una indicación aproximada de una gran cantidad de distintas condiciones patológicas. En el peor de los casos, puede ser más la causa del estrés y de las patologías provocadas por el estrés. Modificar el estilo de vida como consecuencia de este análisis en particular podría ocasionar más complicaciones que beneficios”.
Vale la pena citar el inicio del capítulo 1 del libro de Pinckney: “El miedo a la muerte, si es una de las tantas personas que sufren de esta preocupación morbosa, puede haberlo transformado en una víctima de la controversia del colesterol. Si cree que puede protegerse de la muerte provocada por un infarto modificando el nivel de colesterol en sangre, ya sea a través de la dieta o del consumo de medicamentos, de hecho está siguiendo un régimen que aún no tiene sustento. En realidad ha quedado presa, como consumidor, de ciertos intereses comerciales y grupos de la salud que están más interesados en su dinero que en su salud”.
Raymond Reiser es un ex profesor de bioquímica de la Universidad A&M de Texas. En 1973 criticó la recomendaciones para el tratamiento de la hipercolesterolemia a través de la dieta: “Las autoridades citadas por estos autores no constituyen una fuente primaria sino que ha publicado una revisión similar a la suya. Esta práctica de citar segundas o terceras fuentes, cada una basándose en la anterior, es la que ha llevado a la aceptación de hecho de un fenómeno que podría no existir” (98).
En otra cita, el Profesor Reiser sostiene (99): “Tendríamos que ser muy audaces para tratar de persuadir a una gran franja de la población mundial acerca de modificar sus dietas y amenazar a importantes ramas de la agricultura y emprendimientos agrícolas con los resultados de investigaciones basadas en el ensayo y error, sin controles y primitivas. Ciertamente, la ciencia moderna es capaz demejores investigaciones cuando hay tanto en juego”.
Paul Rosch es Presidente del American Institute of Stress, Profesor Clínico de Medicina y Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Nueva York, Vice-presidente Honorario de laInternational Stress Management Association y Presidente de su rama estadounidense. Es editor y subeditor de tres publicaciones médicas muy reconocidas, ha sido integrante de los comités de muchas otras publicaciones y ha sido Presidente de la Sociedad de Medicina Interna del Estado de Nueva York como Presidente de la International Foundation for Biopsychosocial Development and Human Health, y ha sido consultor experto sobre Estrés para el United States Center for Disease Control. Durante cuarenta y cinco años ha escrito sobre el papel del estrés en la salud y la enfermedad, con particular énfasis en las patología cardiovascular y el cáncer. Ha aparecido en gran cantidad de programas televisivos nacionales e internacionales como The Today Show, Good Morning America, 60 Minutes, Nova, y presentaciones en las cadenas CBS, NBC, PBS, BBC y CBC. Sus editoriales y comentarios han aparecido en las principales publicaciones médicas. Además, el Profesor Rosch ha sido entrevistado y citado en gran cantidad de los principales periódicos y revistas estadounidenses.
Como autor del Boletín del American Institute of Stress, el Profesor Rosch ha publicado varios artículos sobre la hipótesis del colesterol y la idea de la cardio-dieta: “Se ha generado una cruzada masiva para ‘reducir el nivel del colesterol’ a través de un control estricto de las grasas en la dietas, acompañadas con un tratamiento farmacológico agresivo. Gran parte del impulso para esta campaña surge a partir de la especulación y no de la existencia de sólidas pruebas científicas”.
El Profesor Rosch sostiene que el resultado es bien conocido: “El lavado de cerebro es tan importante, que la gente cree que cuanto más bajo sea el nivel de colesterol, seremos más sanos o viviremos por más tiempo. Y nada está más lejano de la verdad”.
¿Cómo es posible sostener estos argumentos año tras año? El profesor Rosch tiene varias explicaciones:
“El cartel del colesterol de la compañías farmacéuticas, los fabricantes de alimentos con bajo contenido de lípidos, los sistemas para hacer análisis de sangre, y otra gran cantidad de grupos con intereses financieros han desarrollado una campaña promocional muy exitosa. Estos grupos tienen tanto poder que han podido infiltrarse en los organismos regulatorios y gubernamentales que normalmente nos protegen de estos dogmas sin fundamentos”.
El Profesor Rosch además nos recuerda que los médicos en ejercicio de la profesión reciben la mayor parte de la información de las compañías farmacéuticas. Pero a diferencia de sus pares hace medio siglo, la mayoría de los médicos no disponen del tiempo ni poseen la capacidad para evaluar críticamente dichos informes, muy pocos saben algo acerca de la investigación, así como tampoco lo sabía la generación que los formó”.
Ray Rosenman es Director retirado de Investigación Cardiovascular en el Programa de Ciencias de la Salud de SRI International en Menlo Park, California, y director asociado de medicina del Mt Zion Hospital and Medical Center en San Francisco. Se ha desempeñado como cardiólogo e investigador desde 1950. Ha publicado cuatro libros y muchos capítulos en libros y artículos científicos sobre patologías cardiovasculares. Su principal interés ha sido la influencia de factores neurogénicos y psicológicos sobre los lípidos en la sangre (100), pero también ha escrito revisiones críticas acerca de la idea de la cardio-dieta.
Esta es la conclusión de su revisión más reciente: “Estos datos llevan a la conclusión de que ni la dieta, ni los lípidos séricos, o sus cambios, pueden explicar las amplias diferencias en las tasas nacionales y regionales de coronariopatía o los variables altibajos en la mortalidad por coronariopatía durante el siglo XX. Esta conclusión está basada en los resultados de muchos ensayos clínicos que no pueden aportar pruebas adecuadas acerca de que la disminución en los niveles de colesterol, especialmente a través de una dieta, esté asociada con una disminución significativa en la mortalidad por coronariopatía o con una mayor longevidad. Se ha mencionado mucho que los efectos preventivos de la dieta y los tratamientos medicamentosos han sido exagerados en los estudios, las revisiones y otros trabajos para magnificar los resultados a favor, al tiempo que se eliminaban los datos discordantes, muchos de cuyos ejemplos se citan”(101).
Russell Smith es un psicólogo experimental estadounidense con sólidos conocimientos de fisiología, matemática e ingeniería. Ninguna revisión realizada por quienes están a favor de la cardio-dieta es remotamente comparable a la profundidad científica de los libros y trabajos de Smith(102). Las conclusiones de Smith son devastadoras para los que abogan por la cardio-dieta: “Si bien el público en general percibe la investigación médica como el orden más alto de la precisión, gran parte de la investigación epidemiológica es, de hecho, bastante imprecisa, y es comprensible ya que ha sido desarrollada por individuos sin educación formal y poco entrenamiento práctico en los métodos científicos. En consecuencia, los estudios con frecuencia no están bien diseñados y los datos son mal interpretados y analizados. Más aún, la parcialidad es tan común que parece ser la norma y no la excepción. Es virtualmente imposible no reconocer que muchos investigadores manipulan y/o interpretan los datos de modo tal que se adapten a las hipótesis preconcebidas, más que manipular las hipótesis para adaptarlas a los datos. Por lo tanto, gran parte de la literatura no es más que una afrenta a la disciplina de la ciencia”.
El Dr. Smith concluye: “La actual campaña para convencer a cada estadounidense acerca de modificar su dieta, y en muchos casos, para que inicien un ‘tratamiento’ medicamentoso de por vida está basada en mentiras, interpretaciones erróneas y/o exageraciones groseras de los hallazgos, y fundamentalmente, en haber pasado por alto gran cantidad de datos que no aportan fundamento a esta postura. No es posible que científicos objetivos sin intereses creados puedan interpretar esta información como si tuviera sustento”.
El Dr. Smith es conciente de que se enfrenta a instituciones sumamente poderosas: “El poder político y financiero deNHLBI y AHA es enorme y no tiene parangón. Y debido a que esta alianza es creíble a los ojos del público y de la mayoría de los médicos, se ha convertido en una fuerza irresistible, capaz de utilizar su poder y prestigio para eliminar una gran cantidad de pruebas que no avalan esta postura e incluso desafiar la herramienta más importante de los científicos: la lógica”.
Por supuesto que Smith culpa en primer lugar a los científicos que han generado trabajos y revisiones engañosas, pero al mismo tiempo agrega: “Son igualmente culpables los editores que publican artículos sin tener en cuenta la calidad o importancia científica. Es desalentador saber que se malgastan miles de millones de dólares y sofisticados sistemas de investigación médica en la persecución de molinos de viento”.
William E. Stehbens es profesor del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina de Wellington y director del Instituto Malaghan de Investigación Médica de Wellington, Nueva Zelanda. Basado en sus propias investigaciones y en exhaustivas revisiones de la literatura ha demostrado eficientemente muchas de las falacias de la cardio-dieta. En una completa revisión de estudios experimentales concluyó: “Del examen de estas pruebas y de la consideración de los criterios específicos para la generación experimental de aterosclerosis, todo patólogo independiente y libre de ideas preconcebidas llegaría a la conclusión de que la aterosclerosis humana y las lesiones inducidas por el exceso de colesterol y grasas en la dieta no constituyen la misma enfermedad” (103).
El Profesor Stehbens también ha señalado las debilidades de los estudios epidemiológicos que han utilizado las estadísticas de mortalidad como prueba de causalidad: “El uso continuado e incuestionado de datos no confiables ha llevado a conclusiones prematuras y al sacrificio de la verdad. El grado de imprecisión de estadísticas vitales sobre la coronariopatía es de una magnitud tal que, cuando se las superpone con otras falencias que ya han sido mencionadas, no puede considerarse probado el concepto de un aumento o disminución epidemiológico de enfermedad coronaria en muchos países, y las políticas sanitarias o gubernamentales basadas en datos no confiables no tienen defensa”(104).
De acuerdo con el Profesor Stehbens, la aterosclerosis se produce por el desgaste de las arterias y no por el exceso de colesterol en la sangre, y tiene muy buenos argumentos para sostener esta postura. El siguiente párrafo de su artículo publicado en 1988 (105) resume el punto de vista de Stehbens acerca de la cardio-dieta: “Perpetuar el mito del colesterol y las supuestas medidas de prevención están dañando la industria lechera y cárnica de muchos países, además del potencial daño a los niveles óptimos de nutrición y a la salud de la población en general. Es esencial ajustarse a la lógica y a los hechos científicos estrictos. Se carecen de pruebas científicas serias acerca del papel de las grasas en la dieta y de la hipercolesterolemia como causantes de la aterosclerosis. El respeto y la perdurabilidad de la hipótesis de los lípidos son inmerecidos. Los lectores deberían estar al tanto de la naturaleza no científica de las afirmaciones utilizadas para apoyar esta hipótesis y considerarla como algo más que un novillo vagabundo pernicioso”.
Lars Werkö; ahora retirado, era profesor de medicina en el Hospital Sahlgren, Gothenburg, Suecia, cuando fue nombrado director científico de la Astra Company. Más tarde se convirtió en el director del Consejo Sueco para la Evaluación Tecnológica en la Salud, un organismo gubernamental. El Profesor Werkö se ha opuesto a la cardio-dieta por muchos años. En 1976 criticó el diseño de de grandes estudios epidemiológicos dirigidos a la prevención de las enfermedades coronarias, principalmente el del estudio Framingham.
De acuerdo con el Profesor Werkö (107) el dogma está basado en “hechos” cuestionables basados en esperanzas, deseos y estudios que utilizan materiales seleccionados: “Ningún estudio ha probado nada, pero en lugar de formular nuevas hipótesis, quienes apoyan la cardio-dieta denominan a la hipótesis actual como la verdad más probable, y han intervenido en las vidas de las personas porque no están dispuestos a esperar a la prueba final”.
Un reportaje muy interesante de la revista Discovery Salud titulado:
LA INJUSTIFICABLE DEMONIZACIÓN DEL COLESTEROL
El exceso de colesterol “malo” ha pasado en apenas unas décadas de “factor de riesgo” cardiovascular a poco menos que una enfermedad en sí misma que debe ser tratada casi de forma crónica con fármacos para reducir o controlar su nivel en sangre. Pero, ¿qué hay de cierto? ¿Es eso así o se trata de otra estrategia de las multinacionales farmacéuticas para vender masivamente productos inútiles? ¿Se justifica la actual ingesta masiva de estatinas –cuyos efectos secundarios a largo plazo están aún por ver- o se trata de medicamentos que no previenen la arterioesclerosis y no han servido para salvar jamás una sola vida? Pasemos a valorarlo.
Otro artículo no menos interesante de la misma revista que nos explica que los medicamentos con los que se trata el colesterol, además de ser inutiles, producen enfermedades graves de verdad.
¿CAUSAN LAS ESTATINAS RECETADAS PARA BAJAR EL COLESTEROL LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS?
Los médicos se encuentran cada día con más personas que manifiestan tener lapsus de memoria y otros problemas cognitivos. Cuando se trata de ancianos lo socorrido es decir que es “producto de la edad”, un “toque de senilidad” o, quizás, “Alzheimer temprano”. Sin embargo, un médico norteamericano llamado Duane Graveline, especialista en Medicina Aeroespacial, ex astronauta, cirujano de vuelo y médico de familia durante más de 20 años afirma que buena parte de esas situaciones pueden deberse al consumo sostenido de estatinas para disminuir el colesterol. Henry Lorin, autor del libro El Alzheimer, resuelto, lo corrobora asegurando que la mayor parte de los casos de Alzheimer se deben a largos períodos de escasez de colesterol en el cerebro.
Por último, un completo ensayo del Dr. Ravnskov publicado en Quarterly Journal of Medicine.
Adjunto unos fragmentos en español del artículo. Para ampliar cada punto hay que pinchar sobre el número que precede cada párrafo.
1El colesterol no es un veneno mortal, sino una sustancia vital para las células de todos los mamíferos. No hay un colesterol bueno y uno malo, sino que el estrés, la actividad física y el cambio del peso corporal pueden afectar los niveles de colesterol. Un nivel alto de colesterol no es peligroso en si mismo, pero puede reflejar una desequilibrio en la salud, o puede no significar nada.
2Se dice que un alto nivel de colesterol promueve la arterioesclerosis y por lo tanto también las enfermedades coronarias. Pero muchos estudios han demostrado que las personas con bajos niveles de colesterol en sangre desarrollan arterioresclerosis tanto como aquellos con altos niveles de colesterol.
3Su cuerpo produce tres o cuatro veces más colesterol del que usted come. La producción de colesterol aumenta cuando usted come poco colesterol, y disminuye cuando come mucho. Esto explica por qué la dieta “prudente” no puede disminuir el colesterol más que un pequeño porcentaje, en promedio.
6 Las nuevas drogas para bajar el colesterol, las estatinas, previenen enfermedades cardiovasculares, pero esto se debe a otros mecanismos, no a la disminución del colesterol. Desafortunadamente, también inducen cánceres en roedores.
7 Muchos de estos hechos han sido presentados en publicaciones científicas y libros durante décadas, pero raramente quienes sostienen la idea de que la dieta causa problemas cardíacos se lo informan al público.
8El motivo por el que el público en general, los médicos y la mayoría de los científicos han estado equivocados es porque las opiniones opuestas y los resultados que no concuerdan con la versión oficial sistemáticamente se ignoran o distorsionan en la prensa científica.
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“El azúcar está en la escena de múltiples crímenes, todos relacionados con la enfermedad cardiovascular” “El Gobierno va detrás de la teoría del colesterol porque hay un fuerte lobby del azúcar, pero no uno de la grasa”
Los verdaderos culpables de la enfermedad cardiovascular son la inflamación, el azúcar (no la grasa) y los carbohidratos refinados.
A la gran mayoría de ciudadanos les parecerá una afrenta excluir de ahí al colesterol, lo cual hace nada menos que el prestigioso cardiólogo Stephen Sinatra en su último libro escrito a la limón con Johny Bowden.
En una reciente entrevista por la fundación Life Extension, los autores desgranaban las ideas esenciales que pretenden transmitir:
Life Extension:La industria farmacéutica ha gastado decenas de millones de dólares en publicidad para crear un sector de 30.000 millones anuales en fármacos para reducir el colesterol. ¿Cuál es el hecho más preocupante de esta campaña de desinformación?
Sinatra y Bowden: La tragedia real es que poniendo toda nuestra atención en el colesterol, virtualmente ignoramos las causas reales de la enfermedad cardiovascular: la inflamación, la oxidación, el azúcar y el estrés.
LE: Y lamentablemente, el Gobierno ha ido siempre detrás de esta teoría del colesterol.
SyB: Muchas de las guías nutricionales aceptadas y promovidas por el Gobierno y las principales asociaciones oficiales como la Asociación Americana del Corazón están directa o indirectamente derivadas de la fobia al colesterol. Como mostramos en nuestro libro, las cifras del colesterol son un predictor muy pobre de problemas cardiovasculares; más de la mitad de las personas hospitalizadas con ataques cardíacos tienen niveles de colesterol absolutamente normales, y la mitad de las personas con colesterol muy alto tienen funciones coronarias totalmente normales.
LE: El libro menciona un estudio del New England Journal of Medicine sobre el Nurses Health Study con 120.000 mujeres desde los años 70. Sus hallazgos apoyan vuestras investigaciones.
SyB: Los autores del estudio escribieron: “El 82% de los eventos cardiovasculares en el estudio… podrían ser atribuidos ano cumplir alguna de estas causas:
1- no fumar, 2- beber alcohol con moderación, 3- ejercicio moderado a vigoroso una hora diaria, 4- mantener un peso saludable, 5- seguir una dieta con bajo índice glucémico, baja en azúcar y rica en fibra y Omega 3.
¿Dónde está aquí el colesterol? En ninguna parte.
LE: Otro mito que derrumbáis es el de la idea del colesterol bueno y malo.
SyB: Tener un colesterol malo o LDL es una pieza de información bastante poco útil a no ser que conozcas cuánto de éste es pequeño y denso y cuánto es grande y fofo (el peligroso y el que no).
Por desgracia, muchos doctores se fijan sin más en el LDL. Miran el número y no el tamaño, y si el número lo ven alto llega su prescripción. El LDL es impropiamente denominado como malo, en realidad tiene diferentes subtipos, no todos ellos malos al fin y al cabo al contrario de lo que se cree. Tristemente, la mayoría de doctores no realizan los tests disponibles para determinar el tipo de LDL.
LE. En tanto el colesterol frecuentemente parece el malo de la película, ¿cómo nos beneficiamos en realidad del colesterol?
SyB:El colesterol es una factoría hormonal.
Se emplea para sintetizar en el cuerpo ácidos biliares. Es un componente esencial de todas las membranas celulares. Es importante para el sistema inmunitario. Generamos vitamina D a partir del colesterol. Entender las funciones de esta molécula con tan mala prensa te ayudará a entender por qué muchas cosas empiezan a ir mal cuando bajamos y bajamos nuestros niveles de colesterol.
LE: Escribís en el libro sobre la fuerte relación entre la vitamina D y el colesterol e incluso mencionáis un estudio de la Fundación Life Extension de 2010 sobre los niveles de vitamina D entre nuestros socios. ¿Podéis elaborarlo?
SyD: Es imposible exagerar la importancia de la conexión entre el colesterol y la vitamina D. Hay una importante cantidad de investigación que relaciona los niveles bajos de vitamina D a problemas cardiovasculares, de capacidad física, osteoporosis, cñancer, depresión, dificultad para perder peso y mortalidad por cualquier causa.
Un estudio reciente halla que las estatinas, medicamentos utilizados ampliamente para reducir el colesterol, podrían causar daño estructural a los músculos de la gente que experimenta dolores y debilidad musculares.
Según un estudio en la edición del 7 de julio de Canadian Medical Association Journal, el daño puede tener lugar incluso cuando las pruebas para una proteína que se piensa que señala lesiones son normales, y podría persistir incluso luego de suspender el uso de la estatina.
LE: Calificáis al azúcar de “demonio real de la dieta” ¿A qué conduce esa conclusión?
SyD: El azúcar es de lejos mucho más peligroso para tu corazón que la grasa. El azúcar es directamente responsable de uno de los más dañinos procesos en el cuerpo, que es la glicación.
La glicación es lo que ocurre cuando el azúcar se une a estructuras ajenas. ¿Qué tiene esto que ver con la enfermedad cardiovascular y el colesterol? Todo. En nuestro libro discutimos que uno de los principales modos en que el colesterol LDL es dañado es a través de los radicales libres y la oxidación. Pero hay otro, ¿adivinamos cuál? La glicación. El azúcar está en la escena de múltiples crímenes, todos relacionados con la enfermedad cardiovascular.
Un estudio de 1992 sobre análisis de sangre de personas centenarias para encontrar sus similitudes halló que hay 3 cosas en común en éstos: bajos triglicéridos, alto colesterol HDL y baja insulina en ayunas.
Tu dieta afecta claramente a dos –los triglicéridos y la insulina– y ambos caen como una roca cuando eliminamos el azúcar y los carbohidratos refinados de la dieta.
LE. ¿Por qué la grasa ha sido considerada como la mala durante tanto tiempo mientras el azúcar apenas ha recibido en comparación cobertura?
SyD: Bueno, no existe un lobby político para la grasa, pero hay uno muy poderoso para el azúcar. En 2003, la OMS publicó un reportaje bastante conservador y moderado llamado Diet, Nutrition and the Prevention of Chronic Diseases. En el cual la OMS aseguraba que sería buena idea que las personas no consumieran más de un 10% de su dieta en forma de azúcares añadidos. El reportaja sugería que así se reduciría el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedad cardiovascular. Poco después, un periodista del Washington Post citó una carta del presidente de la Asociación de Azúxar, Andrew Briscoe, al director general de la OMS en el que aseguraba que “Haremos todo lo posible para exponer la dudosa naturaleza de Diet, Nutrition and the Prevention of Chronic Disease”. Dos senadores escribieron una carta al secretario de Estado de Salud asegurando que “la evidencia de que los refrescos azucarados están asociados a la obesidad no está clara”.
LE: Y aquí es donde vienen los peligros del sirope de maíz alto en fructosa [omnipresente en EEUU]
SyD: En los humanos, la dieta alta en fructosa aumenta los triglicéridos de manera casi instantánea. La fructosa encontrada en los alimentos naturales es una historia diferente. No hay demasiada fructosa por ejemplo en una manzana. Pero la fructosa extraída de la fruta y concentrada en un sirope e insertada luego en cualquier alimento que compramos en el supermercado, es una historia totalmente brutal. Si deseas que animales de laboratorio sean resitentes a la insulina, todo lo que debes hacer es alimentarles con fructosa.
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2014:
The Great Cholesterol Con
Statins are the so-called wonder drugs widely prescribed to lower blood cholesterol levels and claim to offer unparalleled protection against heart disease.
Believed to be completely safe and capable of preventing a whole series of other conditions, they are the most profitable drug in the history of medicine.
In this groundbreaking book, GP Malcolm Kendrick exposes the truth behind the hype, revealing: high cholesterol levels don’t cause heart disease; a high-fat diet – saturated or otherwise – does not affect blood cholesterol levels; and, the protection provided by statins is so small as to be not worth bothering about for most men and all women.
Statins have many more side affects than has been admitted and their advocates should be treated with scepticism due to their links with the drugs’ manufacturers. Kendrick lambastes a powerful pharmaceutical industry and unquestioning medical profession, who, he claims, perpetuate the madcap concepts of ‘good’ and ‘bad’ cholesterol and cholesterol levels to convince millions of people to spend billions of pounds on statins, thus creating an atmosphere of stress and anxiety – the real cause of fatal heart disease.With clarity and wit,
“The Great Cholesterol Con” debunks our assumptions on what constitutes a healthy lifestyle and diet. It is the invaluable guide for anyone who thought there was a miracle cure for heart disease, an appeal to common sense and a controversial and fascinating breakthrough that will set dynamite under the whole area.
The discovery a few years ago that inflammation in the artery wall is the real cause of heart disease is slowly leading to a paradigm shift in
how heart disease and other chronic ailments will be treated.
The long-established dietary recommendations have created epidemics of obesity and diabetes, the consequences of which dwarf any historical plague in terms of mortality, human suffering and dire economic consequences.
Despite the fact that 25% of the population takes expensive statin medications and despite the fact we have reduced the fat content of our diets, more Americans will die this year of heart disease than ever before.
Statistics from the American Heart Association show that 75 million Americans currently suffer from heart disease, 20 million have diabetes and 57 million have pre-diabetes. These disorders are affecting younger and younger people in greater numbers every year.
Simply stated, without inflammation being present in the body, there is no way that cholesterol would accumulate in the wall of the blood vessel and cause heart disease and strokes. Without inflammation, cholesterol would move freely throughout the body as nature intended.
It is inflammation that causes cholesterol to become trapped.
Inflammation is not complicated — it is quite simply your body’s natural defence to a foreign invader such as a bacteria, toxin or virus. The cycle of inflammation is perfect in how it protects your body from these bacterial and viral invaders. However, if we chronically expose the body to injury by toxins or foods the human body was never designed to process, a condition occurs called chronic inflammation. Chronic inflammation is just as harmful as acute inflammation is beneficial.
What thoughtful person would wilfully expose himself repeatedly to foods or other substances that are known to cause injury to the body? Well, smokers perhaps, but at least they made that choice wilfully.
The rest of us have simply followed the recommended mainstream diet that is low in fat and high in polyunsaturated fats and carbohydrates, not knowing we were causing repeated injury to our blood vessels. This repeated injury creates chronic inflammation leading to heart disease, stroke, diabetes and obesity.
Let me repeat that: The injury and inflammation in our blood vessels is caused by the low fat diet recommended for years by mainstream medicine.
What are the biggest culprits of chronic inflammation? Quite simply, they are the overload of simple, highlyprocessed carbohydrates (sugar, flour and all the products made from them) and the excess consumption ofomega-6 vegetable oils like soybean, corn and sunflower that are found in many processed foods.
Take a moment to visualize rubbing a stiff brush repeatedly over soft skin until it becomes quite red and nearly bleeding. You kept this up several times a day, every day for five years. If you could tolerate this painful brushing, you would have a bleeding, swollen infected area that became worse with each repeated injury. This is a good way to visualize the inflammatory process that could be going on in your body right now.
Regardless of where the inflammatory process occurs, externally or internally, it is the same. I have peered inside thousands upon thousands of arteries. A diseased artery looks as if someone took a brush and scrubbed repeatedly against its wall. Several times a day, every day, the foods we eat create small injuries compounding into more injuries, causing the body to respond continuously and appropriately with inflammation.
While we savor the tantalizing taste of a sweet roll, our bodies respond alarmingly as if a foreign invader arrived declaring war. Foods loaded with sugars and simple carbohydrates, or processed with omega-6 oils for long shelf life have been the mainstay of the American diet for six decades. These foods have been slowly poisoning everyone.
How does eating a simple sweet roll create a cascade of inflammation to make you sick?
Imagine spilling syrup on your keyboard and you have a visual of what occurs inside the cell. When we consume simple carbohydrates such as sugar, blood sugar rises rapidly. In response, your pancreas secretes insulin whose primary purpose is to drive sugar into each cell where it is stored for energy. If the cell is full and does not need glucose, it is rejected to avoid extra sugar gumming up the works.
When your full cells reject the extra glucose, blood sugar rises producing more insulin and the glucose converts to stored fat.
What does all this have to do with inflammation? Blood sugar is controlled in a very narrow range. Extra sugar molecules attach to a variety of proteins that in turn injure the blood vessel wall. This repeated injury to the blood vessel wall sets off inflammation. When you spike your blood sugar level several times a day, every day, it is exactly like taking sandpaper to the inside of your delicate blood vessels.
While you may not be able to see it, rest assured it is there. I saw it in over 5,000 surgical patients spanning 25 years who all shared one common denominator — inflammation in their arteries.
Let’s get back to the sweet roll. That innocent looking goody not only contains sugars, it is baked in one of many omega-6 oils such as soybean. Chips and fries are soaked in soybean oil; processed foods are manufactured with omega-6 oils for longer shelf life. While omega-6’s are essential –they are part of every cell membrane controlling what goes in and out of the cell — they must be in the correct balance with omega-3’s.
If the balance shifts by consuming excessive omega-6, the cell membrane produces chemicals called cytokines that directly cause inflammation. Today’s mainstream American diet has produced an extreme imbalance of these two fats. The ratio of imbalance ranges from 15:1 to as high as 30:1 in favor of omega-6. That’s a tremendous amount of cytokines causing inflammation. In today’s food environment, a 3:1 ratio would be optimal and healthy.
To make matters worse, the excess weight you are carrying from eating these foods creates overloaded fat cells that pour out large quantities of pro-inflammatory chemicals that add to the injury caused by having high blood sugar. The process that began with a sweet roll turns into a vicious cycle over time that creates heart disease, high blood pressure, diabetes and finally, Alzheimer’s disease, as the inflammatory process continues unabated.
There is no escaping the fact that the more we consume prepared and processed foods, the more we trip the inflammation switch little by little each day. The human body cannot process, nor was it designed to consume,
foods packed with sugars and soaked in omega-6 oils.
There is but one answer to quieting inflammation, and that is returning to foods closer to their natural state. To build muscle, eat more protein. Choose carbohydrates that are very complex such as colorful fruits and vegetables. Cut down on or eliminate inflammation- causing omega-6 fats like corn and soybean oil and the processed foods that are made from them. One tablespoon of corn oil contains 7,280 mg of omega-6; soybean contains 6,940 mg. Instead, use olive oil or butter from grass-fed beef.
Cure for Heart Disease and The Great Cholesterol Lie .
Animal fats contain less than 20% omega-6 and are much less likely to cause inflammation than the supposedly healthy oils labelled polyunsaturated. Forget the “science” that has been drummed into your head
for decades. The science that saturated fat alone causes heart disease is non-existent. The science that saturated fat raises blood cholesterol is also very weak. Since we now know that cholesterol is not the cause of heart disease, the concern about saturated fat is even more absurd today.
The cholesterol theory led to the no-fat, low-fat recommendations that in turn created the very foods now causing an epidemic of inflammation. Mainstream medicine made a terrible mistake when it advised people to avoid saturated fat in favor of foods high in omega-6 fats. We now have an epidemic of arterial inflammation leading to heart disease and other silent killers.
What you can do is choose whole foods your grandmother served and not those your mom turned to as grocery store aisles filled with manufactured foods.
By eliminating inflammatory foods and adding essential nutrients from fresh unprocessed food, you will reverse years of damage in your arteries and throughout your body from consuming the typical American diet.
Ed. Note: Dr. Dwight Lundell is the past Chief of Staff and Chief of Surgery at Banner Heart Hospital, Mesa, AZ. His private practice, Cardiac Care Center was in Mesa, AZ. Recently Dr. Lundell left surgery to focus on the nutritional treatment of heart disease. He is the founder of Healthy Humans Foundation that promotes human health with a focus on helping large corporations promote wellness. He is the author of The Cure for Heart Disease and the Great Cholesterol Lie.
A growing body of clinical research now indicates that the cholesterol-lowering class of drugs known asstatins, are associated with over 300 adverse health effects
— research boldly flying in the face of national health policy, medical insurance premium guidelines, statin drug manufacturer advertising claims, and the general sentiment of the public, with approximately 1 in every 4 adult Americans over 45 currently using these drugs to «prevent heart disease.»
The Cholesterol Myth
For well over 40 years, statin drugs have successfully concretized a century old myth about the primary cause of heart disease: namely, that cholesterol «causes» plaque build up in the arteries, ultimately leading to obstruction of blood flow, and subsequent morbidity and mortality.
Indeed, the medical establishment and drug companies have been singing the praises of this «cholesterol myth,» to the tune of 25 billion dollars in statin drug sales, annually.
While it is true that oxidized low-density lipoprotein is found within the atheromatous plaque that is found in damaged arteries, it is less likely a cause than an effect of heart disease. The underlying damage to the lining of the artery, which could be infectious, chemical, stress and/or nutritionally-related, comes before the immune response that results in plaque buildup there. Blaming LDL cholesterol for causing heart disease, is like blaming the scab for the injury that caused it to form, or, like blaming the band-aid for the scab it is covering — this is, after all, the inborn and fatal flaw of allopathic medicine which focuses only on symptoms of disease, which it then — fool-heartedly — attempts to suppress by any chemical means necessary.
Death By Statins?
No one can deny that statins do exactly what they are designed to do: suppress cholesterol production and reduce measurable blood serum levels. The question is, rather, at what price do they accomplish this feat, and for what ultimate purpose?
With the National Cholesterol Education Program Guidelines, having been designed by «experts» on the payroll of statin drug manufacturers, requiring ultra-low levels to obtain a strictly theoretical and numerical definition of «health,» statin drugs are guaranteed to receive first-line treatment status in the goal of the preventing and treating heart disease through lipid suppression.
What is at question here, is whether the unintended, adverse effects of this chemical class of drugs are less, the same or worse than the purported «cardiovascular» benefits they provide?
Fundamentally, statin drugs damage the muscles and nerves in the body — so much so that a dose as low as 5 mg a day can kill a human. There are well over 100 studies demonstrating the myotoxic, or muscle-harming effects of these drugs, and over 80 demonstrating the effects of nerve damage, as well. When you consider that a vast proportion of our body is comprised of muscles and coordinating nerve systems, this drug has the potential to cause damage to the entire body, and undoubtedly does so universally, differing only in the matter of degree — the damage occurring acutely in those at the tip of the iceberg, asymptomatically in the majority of others at the base.
UN PRESTIGIOSO EDITOR MÉDICO DENUNCIA LAS GRAVES MENTIRAS DE LA MEDICINA
El Dr. Richard Horton, editor en jefe actual de la revista The Lancet, una de las revistas médicas más respetadas del mundo, ha denunciado que gran cantidad de investigaciones médicas publicadas son poco fiables o incluso falsas.
“Gran parte de la literatura científica, tal vez la mitad, puede ser simplemente falsa. Afectada por estudios con muestras pequeñas, efectos pequeños, análisis exploratorios inválidos y flagrantes conflictos de interés, junto con una obsesión por perseguir tendencias de moda de dudosa importancia; la ciencia ha dado un giro hacia la oscuridad”
Lo más preocupante de esta denuncia, es que todos estos estudios, que han sido patrocinados por la industria, se utilizan para desarrollar medicamentos y vacunas que supuestamente deberían ayudar a las personas, ayudar en la formación del personal médico y educar a los estudiantes de medicina.
Dr. Richard Horton
Horton siguió denunciando que los editores de las revistas médicas ayudan y apoyan los peores comportamientos, que la cantidad de investigación de mala calidad es alarmante, y que los datos se manipulan para que encajen con las teorías a defender.
Según el dr. Horton, confirmaciones importantes son a menudo rechazadas y se hace muy poco para corregir las malas prácticas.
Dra. Marcia Angell
Otra de las voces prestigiosas que se suman a las denuncias, ha sido la de la Dra. Marcia Angell, editora en Jefe de la revista New England Medical Journal (NEMJ), considerada otra de las revistas médicas más prestigiosas del mundo:
“Simplemente, ya no es posible creer en gran parte de la investigación clínica que se publica, o confiar en el juicio de los médicos de confianza o en las directrices médicas autorizadas. No me produce ningún placer esta conclusión, a la que llegué lentamente y de mala gana a lo largo de mis dos décadas como editora de la New England Journal of Medicine”
Como vemos, son denuncias muy fuertes de personas prestigiosas del mundo de la medicina y que demuestran lo que mucha gente lleva denunciando desde hace tiempo: la ciencia médica está corrompida y dado que basa muchas de sus conclusiones en estudios manipulados y falsos, en estos momentos, ya no actúa como una ciencia…
You’ve heard for decades about the dangers of high cholesterol, but did you know that LOW cholesterol can lead to violence towards self and other, and has been linked to premature aging, death and other adverse health effects?
In a world gone mad with anti-cholesterol anxiety, and where gobbling down pharmaceuticals designed to poison the body into no longer synthesizing it is somehow considered sane behavior, it is refreshing to look at some of the research on the health benefits of cholesterol, or conversely, the dangers of low cholesterol.
Benefits of Cholesterol
Cholesterol Is Needed To Prevent Aggression: It has been known for almost 30 years that low serum cholesterol levels are associated with habitually violent tendencies of homicidal offenders under the influence of alcohol.[i] Since then, there are at least 8 other studies that have either confirmed or explored the cholesterol-violence link, including both violence towards self and other. One of the possible explanations for this association was discussed in an article published in the British Journal of Psychiatry in 1993: «One of the functions of serotonin in the central nervous system is the suppression of harmful behaviour impulses…Low membrane cholesterol decreases the number of serotonin receptors. Since membrane cholesterol exchanges freely with cholesterol in the surrounding medium, a lowered serum cholesterol concentration may contribute to a decrease in brain serotonin, with poorer suppression of aggressive behaviour».[ii] Not surprisingly, several reports have now surfaced on cholesterol-lowering statin drugs contributing to irritability and/or aggression.
Cholesterol Is Needed To Fight Cancer: The inverse relationship between cholesterol levels and the risk for a variety of cancers, and mortality associated with cancer, has been known about since the late 80’s.[iii] Since then, the cholesterol-cancer connection has been confirmed over and over again. It is to be expected, therefore, that statin drug use would be linked with increased cancer incidence, which indeed it is.[iv] Even when you take so-called «bad» LDL-cholesterol and administer it to a culture of highly malignant, multi-drug resistant leukemia cells, the cells lose their resistance to chemotherapy. Not exactly what can be characterized as a «bad» substance, now is it? [v]
Cholesterol Is Needed To Prevent Hemorrhagic Stroke: There are two types of stroke: 1) Ischemic, associated with lack of blood flow and oxygen to the brain 2) Hemorrhagic, associated with the rupture of a blood vessel in the brain, and bleeding. The risk for the former, in theory, could be raised in the presence of excessive oxidized cholesterol. However, it is the risk for the second, hemorrhagic stroke, which is increased when cholesterol levels are low. Noted as far back as 1994 in the British Medical Journal, in an article titled, «Assessing possible hazards of reducing serum cholesterol,» researchers found «The only cause of death attributable to low serum cholesterol concentration was haemorrhagic stroke.»[vi] Other studies can be viewed that confirm this association on our stroke-cholesterol link page.
Cholesterol Is Needed for Memory: Low HDL cholesterol has been identified as a risk factor for deficit and decline in memory in midlife.[vii] Even in Parkinson’s disease, higher total serum cholesterol concentrations are associated with slower clinical progression of the disease.[viii] Statin drugs, which inhibit the production of cholesterol, hence severely affecting the brain, are now required by the FDA to display the black box warning that they may adversely affect the memory.[ix] We have indexed over 50 studies from the National Library of Medicine’s bibliographic database, Medline, on the neurotoxicity of statin drugs, with six of these specifically addressing statin-induced memory impairment.
Cholesterol is Needed for Longevity: In a fascinating study published in PLoS in 2011, telomere length – the shoestring cap-like ends of the chromosomes which prevent DNA damage associated with cellular aging – was linked to higher LDL and total cholesterol levels. The longer the length of these protective caps, the higher the cholesterol.[x] Indeed, several studies indicate that lower cholesterol is associated with increased mortality.
Cholesterol Helps Us Fight Infection: It has been observed that a cholesterol-rich diet improves patients with tuberculosis, leading researchers to suggest «cholesterol should be used as a complementary measure in antitubercular treatment.»[xi] Cholesterol-lowering drugs, incidentally, exhibit immunosuppressive and potent immunotoxic properties, likely in part due to their cholesterol depleting effects.
Given that cholesterol is essential for all animal life and that each cell is capable of synthesizing it from simpler molecules, we should not be surprised by examples provided above of cholesterol’s significant health benefits. Nor should it be surprising that cholesterol-lowering drugs have over 300 adverse health effects. For now, suffice it to say, that conventional medical practice would do well to receive instruction from basic principles of biology, rather than simply the drug-company marketing copy it increasingly falls prey to.
Resources
[i] M Virkkunen. Serum cholesterol levels in homicidal offenders. A low cholesterol level is connected with a habitually violent tendency under the influence of alcohol. Neuropsychobiology. 1983 ;10(2-3):65-9. PMID: 6674827
[ii] K Hawthon, P Cowen, D Owens, A Bond, M Elliott. Low serum cholesterol and suicide. Br J Psychiatry. 1993 Jun ;162:818-25. PMID: 7980726
[iii] P Knekt, A Reunanen, A Aromaa, M Heliövaara, T Hakulinen, M Hakama. Serum cholesterol and risk of cancer in a cohort of 39,000 men and women. J Clin Epidemiol. 1988;41(6):519-30. PMID: 3290396
[v] Yu Shu, Hu Liu. Reversal of P-glycoprotein-mediated multidrug resistance by cholesterol derived from low density lipoprotein in a vinblastine-resistant human lymphoblastic leukemia cell line. Biochem Cell Biol. 2007 Oct;85(5):638-46. PMID: 17901905
[vi] M R Law, S G Thompson, N J Wald. Assessing possible hazards of reducing serum cholesterol. BMJ. 1994 Feb 5;308(6925):373-9. PMID: 8124144
[vii] Archana Singh-Manoux, David Gimeno, Mika Kivimaki, Eric Brunner, Michael G Marmot. Low HDL cholesterol is a risk factor for deficit and decline in memory in midlife: the Whitehall II study. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2008 Aug;28(8):1556-62. Epub 2008 Jun 30. PMID: 18591462
[viii] Xuemei Huang, Peggy Auinger, Shirley Eberly, David Oakes, Michael Schwarzschild, Alberto Ascherio, Richard Mailman, Honglei Chen, . Serum Cholesterol and the Progression of Parkinson’s Disease: Results from DATATOP. PLoS One. 2011 ;6(8):e22854. Epub 2011 Aug 11. PMID: 21853051
[x] Paul G Shiels, Liane M McGlynn, Alan Macintyre, Paul C D Johnson, G David Batty, Harry Burns, Jonathan Cavanagh, Kevin A Deans, Ian Ford, Alex McConnachie, Agnes McGinty, Jennifer S McLean, Keith Millar, Naveed Sattar, Carol Tannahill, Yoga N Velupillai, Chris J Packard. Accelerated Telomere Attrition Is Associated with Relative Household Income, Diet and Inflammation in the pSoBid Cohort. PLoS One. 2011 ;6(7):e22521. Epub 2011 Jul 27. PMID: 21818333
[xi] Carlos Pérez-Guzmán, Mario H Vargas, Francisco Quiñonez, Norma Bazavilvazo, Adriana Aguilar. A cholesterol-rich diet accelerates bacteriologic sterilization in pulmonary tuberculosis. Chest. 2005 Feb;127(2):643-51. PMID: 15706008
El Dr. Richard Horton, editor en jefe actual de la revista The Lancet, una de las revistas médicas más respetadas del mundo, ha denunciado que gran cantidad de investigaciones médicas publicadas son poco fiables o incluso falsas.
“Gran parte de la literatura científica, tal vez la mitad, puede ser simplemente falsa. Afectada por estudios con muestras pequeñas, efectos pequeños, análisis exploratorios inválidos y flagrantes conflictos de interés, junto con una obsesión por perseguir tendencias de moda de dudosa importancia; la ciencia ha dado un giro hacia la oscuridad”
Lo más preocupante de esta denuncia, es que todos estos estudios, que han sido patrocinados por la industria, se utilizan para desarrollar medicamentos y vacunas que supuestamente deberían ayudar a las personas, ayudar en la formación del personal médico y educar a los estudiantes de medicina.
Dr. Richard Horton
Horton siguió denunciando que los editores de las revistas médicas ayudan y apoyan los peores comportamientos, que la cantidad de investigación de mala calidad es alarmante, y que los datos se manipulan para que encajen con las teorías a defender.
Según el dr. Horton, confirmaciones importantes son a menudo rechazadas y se hace muy poco para corregir las malas prácticas.
Dra. Marcia Angell
Otra de las voces prestigiosas que se suman a las denuncias, ha sido la de la Dra. Marcia Angell, editora en Jefe de la revista New England Medical Journal (NEMJ), considerada otra de las revistas médicas más prestigiosas del mundo:
“Simplemente, ya no es posible creer en gran parte de la investigación clínica que se publica, o confiar en el juicio de los médicos de confianza o en las directrices médicas autorizadas. No me produce ningún placer esta conclusión, a la que llegué lentamente y de mala gana a lo largo de mis dos décadas como editora de la New England Journal of Medicine”
Como vemos, son denuncias muy fuertes de personas prestigiosas del mundo de la medicina y que demuestran lo que mucha gente lleva denunciando desde hace tiempo: la ciencia médica está corrompida y dado que basa muchas de sus conclusiones en estudios manipulados y falsos, en estos momentos, ya no actúa como una ciencia…
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