Triste Trieste
En la ciudad italiana de Trieste se está librando una colosal batalla por la libertad, los estibadores de uno de los puertos más importantes de Italia y de Europa llevan cuatro días de lucha sin cuartel contra la imposición del Green Pass o Pasaporte Verde que no es más que el pasaporte de la vergüenza, el Pasaporte Verde es una imposición fascista impuesta por los globalistas totalitarios, este pasaporte no se puede exigir ni para poder trabajar ni para viajar ni para nada, es completamente ilegal, sin embargo lo han impuesto. Los trabajadores portuarios bloquean los puertos en Italia hasta que se elimine este vergonzoso pase sanitario, protestan contra la obligación de una imposición clasista y degradante, pero lo más curioso es que los policías que están reprimiendo a los estibadores también están siendo obligados a presentar el mismo pase sanitario para poder trabajar, no sé a qué espera la policía para ponerse del lado del pueblo y llevar ante la justicia a los políticos criminales que están imponiendo estas medidas.
Los policías del mundo han de unirse a la población indefensa, y cuanto antes lo hagan mucho mejor. Como reza el cartel de la fotografía que encabeza el apunte, «mejor morir libres que vivir como esclavos». La batalla de Trieste tiene pues una gran importancia porque además de representarnos a todos en la lucha por la libertad, es también un aviso muy serio de lo que nos va a tocar vivir en otros países de aquí a poco como las cosas no cambien drásticamente.
Estibadores y manifestantes han estado bloqueando la entrada al puerto de Trieste durante 4 días consecutivos en turnos de día y noche.
En estas imágenes se puede ver a un trabajador del puerto de Trieste en huelga que dice mientras llora: «Estoy aquí por mis tres hijos, Sabrina, Antonio y Sofía, papá está aquí para ti, estoy luchando por ti y por todos los niños de este Planeta, lucharé por ti y solo por ti, hasta el final. Lucha y nunca te rindas».
En este vídeo grabado ayer en Italia se puede ver al jefe de una brigada policial indignado por la orden del gobierno de exigir el pasaporte Covid, como se puede ver en las imágenes el mando policial se niega a atacar a las personas que permanecen en la plaza desarmadas, verter agua sobre ellas y rociarlas con gases lacrimógenos; grita enfadado mientras arroja su casco sobre el coche blindado. «¿Cómo podemos hacer algo contra nuestro pueblo? ¡Yo no puedo hacerlo!»
En Trieste ayer un coche de policía llevó víveres a los estibadores, además de tratarse de un gesto muy generoso, es también una clara señal de que la policía comienza a estar de parte del pueblo.
¿Cómo puede estar la policía de parte de los dictadores globalistas que además les están incitando a incumplir los mandatos constitucionales?
El cardenal Viganó ha escrito una carta de apoyo a los estibadores del puerto de Trieste, Viganó ha vuelto a dejar claro que es un hombre intachable, y no como el oscuro inquilino que se esconde en el Vaticano y que ha abrazado las tesis globalistas y ni siquiera lo disimula. Hace unos días en un acto en Turín el cardenal Viganó aseguró que «el Pasaporte Verde es sólo un paso más hacia la puerta del infierno».
Quiero remarcar estos dos párrafos de la carta que el cardenal Viganó ha dirigido a los estibadores del puerto:
– «Sin embargo, un empleado no puede trabajar, no puede recibir un salario, ni tener baja por enfermedad y baja por maternidad, si no accede a sufrir este vil chantaje con el que se ve obligado a vacunarse o demostrar que no se ha contagiado de un virus que ningún laboratorio, repito que nadie ha aislado el virus todavía, tampoco lo ha secuenciado. Y desafío a cualquiera a que demuestre lo contrario».
-«La violación de las libertades naturales, los derechos civiles y constitucionales, el derecho a la libertad de expresión y manifestación pacífica se ha convertido en un instrumento de coacción y chantaje por parte de una autoridad civil que ya no protege la salud y el bienestar de los ciudadanos, sino que bajo el pretexto de una psicopandemia quiere esclavizarlos. Esclavos para controlar, supervisar, de los cuales rastrear cada movimiento, cada compra, cada transacción, cada actividad. Y no se sorprenda: todo lo que están haciendo en estos meses, y lo que harán en los próximos meses si nadie los detiene ha quedado claramente establecido. Desde el uso de la emergencia pandémica para imponer nuevas formas de control, hasta el uso de la emergencia ecológica para evitar que usemos el automóvil, compremos ciertos productos, usemos electricidad o gas».
Hay que destacar el carácter pacífico de estas protestas en Trieste, sin embargo el pueblo ya está cansado de tanta mentira y de tanto chantaje, no sé a qué esperan las fuerzas éticas del Planeta para aplastar de una vez a estos tiranos globalistas. Desde hace año y medio están destruyendo nuestra vida, están destruyendo la economía de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, están acabando con la alegría de vivir, por eso es preciso una intervención que erradique de raíz esta terrible enfermedad totalitaria en la que el mundo ha caído.
Mientras imponen el vergonzoso Pasaporte Covid, resulta que ha saltado la noticia de que en julio de 2018 la farmacéutica AstraZeneca fabricó ya la vacuna del Covid sin que hubiera por aquel entonces noticia alguna de la enfermedad, lo que quiere decir que el Covid-19 es un ataque de naturaleza bioterrorista llevado a cabo por los gobiernos contra los ciudadanos del mundo, estamos pues ante una estafa criminal global.
Aquí en España los empresarios catalanes piden suspender de empleo y sueldo a los trabajadores que no tengan certificado Covid. Estos empresarios tienen la desfachatez de decir que «despedir a un trabajador por no tener el certificado Covid no limita los derechos individuales». ¡Cómo están quedando todos retratados! ¡Y qué caro les va a salir lo que ahora están diciendo! Deberían de saber estos empresarios lo que es el Código Nuremberg, que lo estudien cuanto antes porque lo van a necesitar.
Así nos está chantajeando ahora mismo el sistema: o te pinchas un tóxico al que llaman vacuna, o te dejo sin comer hasta que te mueras. Las vacunas son ahora mismo el enemigo pues con ellas se promueve la segregación y la muerte. Cuesta creer que los sindicatos no salgan a la calle a proteger a lo trabajadores y a la población en general, los sindicatos se han puesto claramente del lado de la tiranía.
Desde la plaza de Trieste está naciendo un mensaje para toda la humanidad: lo mismo que ellos luchan por su libertad, también nosotros hemos de estar dispuestos a luchar por la nuestra, la libertad de unos pocos es ahora mismo la libertad de todos. En Trieste ha nacido la certeza de que las autoridades que tenemos han perdido toda credibilidad, por eso es nuestra obligación desautorizarles y pedirles que dimitan y se rindan porque esta batalla no la van a ganar de ninguna de las maneras. Los estibadores y los manifestantes han dado un ultimatum a las autoridades fascistas dictatoriales hasta el sábado 23 de octubre para que anulen la obligatoriedad del Green Pass o Pasaporte Verde. Ayer la televisión italiana mostraba «en directo» que la plaza de Trieste estaba vacía cuando resulta que estaba llena, la televisión lo estaba falseando, es lo que se ve en las imágenes del vídeo de más arriba, está claro que no van a poder seguir llevando a cabo toda esta opresión a base de engaños, ya basta de abusos, ya basta de mentiras.
Se calcula que un 60% de los pilotos de líneas aéreas se van a dar de baja por estar en contra de la vacunación obligatoria, lo mismo profesores que se están dando también de baja porque están en contra de que vacunen a sus alumnos, los puertos están llegando de forma muy rápida a una situación de caos porque los estibadores no soportan más los chantajes, millones de repartidores en todo el mundo abandonan sus puestos de trabajo debido a las vacunas. Antes o después la gente se va a dar cuenta de que lo que pretenden los globalistas es imponer una agenda que va contra los seres humanos, entonces llegará su final, de hecho ya está llegando y además de una forma acelerada.
A lo largo de este año y medio estamos viviendo cosas muy fuertes, cada cual las vivirá a su manera como es lógico, yo quiero deciros que se puede estar tranquilo en medio de situaciones inciertas, eso es lo que uno va comprobando, aún en plena tormenta y con los rayos cayendo se puede tener serenidad, una serenidad que vamos a necesitar a medida que los acontecimientos se vayan volviendo más y más intensos.