Los que a sabiendas suprimen datos científicos e información absolutamente necesaria para la población (estamos hablando de datos científicos claves y de información prioritaria en este momento para la salud de las personas), deberían de saber que son responsables de genocidio; esos que suprimen datos científicos y que desinforman son los que también difaman y censuran. Toda la información suprimida relacionada por ejemplo con el dióxido de cloro es directamente criminal porque se está privando a la población de tener un remedio efectivo y barato para la cura del covid-19.
Extraordinario vídeo de 7 minutos donde Andreas Kalcker cuenta cómo funciona el dióxido de cloro, dice que «la Organización Mundial de la salud (OMS) no solamente no se ha interesado por los estudios a favor del dióxido de cloro, sino que promueve los estudios que hablan de la supuesta toxicidad del mismo con el fin de manipular a las autoridades, a las redes sociales, a los profesionales mediáticos y al público en general, organizan campañas de difamación y desinformación científica, publican alertas sanitarias sin firmar y por lo tanto sin validez jurídica según la comisión de Derechos Humanos. Tampoco aportan pruebas».
Tremendo lo que cuenta Marcia Angell, ex directora del New England Journal of Medicine, dice que los laboratorios publican estudios falsos, dice también que gran parte de la literatura científica es ‘fabricada’ en nombre de la industria farmacéutica, una industria totalmente corrompida.
Otro texto reciente de Andreas Kalcker muy interesante: «Últimamente nos inundan con malas noticias sobre las vacunas. Hay mucha gente que tiene miedo -y no sin razón- porque resulta que todas las vacunas de todos los fabricantes contienen tanto nano grafeno como cristales de magnetita. La verdadera razón por la que la industria farmacéutica está añadiendo nano grafeno a las vacunas, es porque proporciona un mayor factor de transfección (incorporación de ADN externo). Una de las sustancias utilizadas en las vacunas es el biomaterial con el que se fabrican las células diploides de los fetos abortados. No es sólo un problema ético, sino también técnico, porque no hay suficiente materia prima para producir millones de vacunas.
¿Cuál es la solución técnica para el sector? Se utiliza un agente de transfección que es el nano-grafeno, en su mayoría combinado con cristales de magnetita porque así se puede aumentar la tasa de infección con poco biomaterial en miles de veces, y eso significa muchos billones de euros, porque esto es ante todo un negocio y un poder absoluto por parte de quien hace las vacunas.
El grafeno interfiere directamente en el equilibrio biofísico del cuerpo, y así éste se vuelve más susceptible. Acumula enormes cantidades de ferritina, y al mismo tiempo también refuerza el famoso efecto magnético en el brazo del inoculado, porque la ferritina, en lugar de estar formada hasta por 4.500 átomos de hierro, de manera inmediata, gracias a la presencia del grafeno pasa a contener millones de átomos de hierro por molécula.
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Lo que la mayoría de la gente y muchos científicos no entienden, es que no se trata tanto del grafeno si no de los «spikes» (picos), porque el grafeno es un factor de multiplicación. Cero multiplicado por cualquier cosa sigue siendo cero. Sin los virus, el grafeno es relativamente inofensivo en esta pequeña cantidad (¡es la cantidad la que hace el veneno!), ya que el cuerpo, debido a su tamaño, con el tiempo puede excretarlo como todo lo que no es propio o se comporta como una noxa en el cuerpo.
Los “spikes” (picos) son el verdadero enemigo, porque provocan desde falta de concentración y fatiga, hasta coagulación de la sangre e incluso la muerte transcurrido un tiempo. Y ahora la buena noticia: según casos comprobados y corroborados por nuestros médicos de COMUSAV, se puede confirmar incluso que en pacientes vacunados, el CDS es absolutamente eficaz. Los vacunados deben seguir el protocolo C durante al menos 21 días, así como el protocolo K en el lugar de la inyección. Se ha comprobado que los pacientes que antes eran magnéticos se recuperan, se ha visto que desaparecían los síntomas y que no presentaban más un campo magnético anormal. El CDS también funciona porque es un oxidante, lo que significa que se oxida en la proteína y por eso es tan efectivo. Así que tenemos que centrarnos mas bien en difundir la solución y no estar todo el tiempo hablando del problema. Todos juntos podemos salvar vidas y eso es lo único que importa, porque difundir malos mensajes no es nada saludable. Con el CDS ayudamos a salvar vidas. Todos podemos hacerlo antes de que sea demasiado tarde».
Dado que prohibieron usar los remedios que curan, y como han hecho creer a la población que tan sólo existía el remedio de la vacuna para superar el covid, la vacuna va dejando un reguero de desolación y muerte. De seguir así la progresión en cuanto a lesionados y a muertos se refiere, es difícil imaginar cómo puede llegar a ser el escenario de aquí a uno o dos años, aunque más o menos nos podemos hacer una idea, es decir que la agenda de despoblación se va a seguir ‘ejecutando’ como si no pasara nada, estamos en medio de una dictadura que asesina impunemente y que además nos obliga a la mayoría a tener la boca cerrada, nos quieren hacer creer que la vida sigue como si no pasara nada, pero sí que pasa, lo que está sucediendo es muy grave.
Si la joven Sandra Jurado hubiera conocido los remedios que existen para poder preservar la salud, seguro que no se hubiera dejado inocular con el veneno, quien la entrevista es Rafa Navarro, el policía represaliado por decir la verdad, la entrevista dura 57 minutos, un testimonio muy bueno que puede ayudar a que muchos jóvenes huyan del pinchazo.
Pilar es una mujer de 55 que vive en España, en este vídeo de 5 minutos cuenta el calvario que ha vivido después de que en mayo le inyectaran la vacuna de Pfizer, la que decían que era la vacuna ‘buena’ y que se está demostrando ya con hechos que es la peor. «Os pido y os suplico que no os vacunéis, no recomiendo a nadie la vacuna, yo antes de ponérmela era una persona sana y ahora soy una persona enferma. Esta vacuna nos hace mucho daño. No vacunéis a los niños, es una aberración».
La ciencia no se pude convertir en una institución represiva, cuando eso sucede la ciencia no es más que una colección de dogmas sin fundamento. Cuando la ciencia se vuelve inquisidora, la verdad deja su sitio a la perversión y a la mentira, justo como ahora está sucediendo. Los sinvergüenzas totalitarios que ahora ostentan el poder son los que se atreven a llamar irresponsables a todo aquel que no se vacuna, cuando sabemos que a ellos les pagan por mentir y por llevarse por delante vidas humanas, suena muy dramático pero es la pura verdad. Una de dos, o no tienen conciencia o han vendido su alma al diablo, puede que las dos cosas a la vez.
A veces algunos me felicitáis por ser valiente, sobre esto he de decir que la valentía no ha de ser nunca un acto de orgullo personal, esa valentía no es otra cosa que una mera exhibición del ego, la verdadera valentía nace de saber que uno va caminando por la senda de la verdad, es la verdad la que nos suministra la valentía para seguir adelante, y una vez que la verdad se hace patente, uno discretamente desaparece haciendo mutis por el foro, porque todo esto tiene que ver con el mensaje y no con el mensajero.
Valentía la de los más de 35.000 médicos canadienses que han rechazado de plano la inyección que enferma y mata. En las imágenes se ve a varios centenares manifestándose en silencio y fuertemente tomados de los brazos, esta unión que ahora se está creando nada ni nadie la va a poder detener.
Y para valentía la de los australianos que al grito de «a la mierda la vacuna» han tomado las carreteras y los puentes. Un extraordinario movimiento de liberación se ha puesto en marcha, algo que se va a extender como la pólvora por todo el mundo. Somos águilas que nacimos para sobrevolar los cielos, no gallinas temerosas viviendo detrás de una alambrada. Luchamos corriendo contra el viento sabiendo que muy pronto el viento va soplar a favor.
Nota Original